Fútbol
El baño táctico de Zidane
Zizou le ganó claramente en la pizarra a Simeone. El 4-2-3-1 que propuso el francés fue determinante, dando equilibrio, orden y el control del derbi al Real Madrid
Zizou le ganó claramente en la pizarra a Simeone. El 4-2-3-1 que propuso el francés fue determinante, dando equilibrio, orden y el control del derbi al Real Madrid
Atlético - Real Madrid
Página de oro en el Calderón
A grandes ausencias, grandes decisiones. La sala de máquinas, piedra angular del éxito. Equilibrio es la clave. Neutralizar al rival, maniatarlo e incomunicarlo, cerrando la AMPLITUD a pares, siempre en igualdad numérica, sin conceder la mínima ventaja. El sistema, 4-2-3-1, fue el artífice, determinante. Otorgando orden, control y mando.
Correr+espacio = Tragedia
Toca reacción. Plan B, ritmo, «press» e intensidad. Minutos de acoso sobre Keylor, las bandas son castigadas, Juanfran y Filipe se multiplican. Los de Zizou se bunkerizan. Este Madrid, si sigue vivo y puede correr, es letal. Un balón dividido, CR y Savic, en carrera... penalti. Bale galopa y CR cierra su gran noche y certifica el baño táctico de Zidane. El Cholo saca bandera blanca.
Barcelona - Málaga
Sin Leo, resaca FIFA, drama
Sorpresón. Leo no juega. Suárez, «out», pero no hay excusas. Llega un modesto Málaga, sin respuestas ni argumentos, sólo plantar el autobús y aliarse con el reloj. En los últimos 30 metros se bunkeriza con orden y un buen portero. Comienza el disparate. Monopolio del balón en zonas muertas. Aburren, lentos y sin profundidad.
Piqué, el gran agitador
Málaga comienza a creer, este Barça de suplentes no da la talla. A Neymar le queda grande la responsabilidad. No puede. En el 11’ se paralizan los corazones, Juampi perdona a puerta vacía. Ufff. Llegan los cambios... expulsión, desesperación, locura. Se masca la tragedia. Surgen tres protagonistas. Kameni, el «paralotodo». Piqué, de «9», y el árbitro. Duro traspié.
Mis protagonistas
Isco, un mago en el Manzanares
Feliz, a gusto. Sacó todo su fútbol desde su sitio natural: enganche o falso «9». Fue la pieza clave, capaz de conectar todas las líneas. Con el «timing» y dando la pausa con un pase final a destino, justo y con ventaja al compañero. Recital es el calificativo. ¿Espejismo? Mi duda. ¿O habrá continuidad en el once?
Neymar júnior, el desertor
Falló; poca responsabilidad del «crack». Sus galones de ser el jugador más caro de la historia... Aaaah, estaba cansado. Vaya excusa, con 24 años, o casi. Podría jugar tres partidos por semana con esa edad y energía. ¡Qué decepción! No es fiable, un golpe bajo a su equipo. Ni líder ni «ná», los llevó hacia las sombras. La Liga... uff... se complica.
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