El Barça saca la chequera

Como piezas de dominó, las operaciones de traspasos en el Barcelona han ido «cayendo» una como consecuencia de la otra. La contratación de Luis Suárez estaba apalabrada a la espera de que se marchara Alexis Sánchez.

Como piezas de dominó, las operaciones de traspasos en el Barcelona han ido «cayendo» una como consecuencia de la otra. La contratación de Luis Suárez estaba apalabrada a la espera de que se marchara Alexis Sánchez, y una noticia ha dado paso a la siguiente. Un día después de la venta del chileno al Arsenal, Liverpool y Barcelona hicieron oficial que Suárez es nuevo jugador azulgrana para las próximas cinco temporadas. Las cifras no se han hecho oficiales, pero desde Barcelona se habla de 81,5 millones, cantidad que en la prensa inglesa aumentan hasta 93. De cualquier manera, es el segundo fichaje más caro en la historia del Barcelona y el cuarto en la historia de la Liga y en general. Luis Enrique ya tiene al delantero que había pedido, una estrella para formar un tridente con Messi y Neymar que se presume letal. Entre los tres sumaron 87 goles la pasada temporada. La labor del técnico será encontrar un sistema en el que sean compatibles y eficaces.

El atacante uruguayo es un futbolista más que contrastado, el mejor de la Premier en el último curso, pero sus goles también van acompañados de polémica. Suárez ha sido noticia tanto por sus cualidades futbolísticas como por ser sancionado por insultos racistas o agredir a varios contrarios con mordiscos. Hasta tres veces lo ha hecho, una con el Ajax, otra con el Liverpool y la última, en el Mundial, al italiano Chiellini, lo que le costó una sanción que no le afecta sólo con su selección, con quien se perderá las nueve próximas citas. Durante cuatro meses no es que no pueda jugar, es que tampoco puede entrenar con el grupo o ir a verle al campo. Deberá estar alejado de toda actividad deportiva. Es más, no podrá ser presentado en el Camp Nou y se está manejando la posibilidad de hacerlo en un hotel. La sanción le impide jugar hasta el 26 de octubre, con lo que se perdería 12 partidos, los nueve primeros de Liga y tres de la Liga de Campeones. En este sentido, puede ser un comienzo de curso extraño para el Barcelona, porque Neymar, lesionado en los cuartos del Campeonato del Mundo contra Colombia, necesitará de seis a ocho semanas para recuperarse, y no podrá hacer la pretemporada habitual. Es difícil que llegue al comienzo de la Liga y si lo hace, no estará en condiciones óptimas. El tema del estreno de Suárez tampoco está cerrado ya que el futbolista acudirá al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) al considerar que con su sanción se incurre en una vulneración de los Derechos Humanos. Aunque no haya fallo tan rápido, al delantero podrían darle la cautelar y de ese modo empezaría el campeonato con normalidad.

Luis Suárez está ligado a la ciudad de Barcelona desde hace mucho tiempo. Allí se tuvo que ir a vivir desde Uruguay Sofía Balbi, y sus padres, cuando era novia del futbolista. Sólo tenían 16 años él y 14 ella, pero Suárez la iba a visitar a la Ciudad Condal. También allí nació su hija Delfina, porque Balbi se trasladó el último mes de embarazo para estar cerca de sus padres. Y en Castelldefels suele pasar parte de los veranos para visitar a sus suegros. «Jugar y vivir en España, donde la familia de mi mujer vive, ha sido siempre un sueño y una ambición. Creo que el momento es ahora el correcto», afirmó el delantero. «Espero que todos puedan entender por qué he tomado esta decisión. El club hizo todo lo que pudo para que me quedase», continuó. «Es con mucha reticencia y después de largas discusiones que hemos llegado a un acuerdo para que cumpla su deseo de irse a España con nuevas experiencias y retos. Le deseamos a él y a su familia lo mejor», comentó el entrenador del Liverpool, Brendan Rodgers, en la web del club «red».

Con la llegada de Luis Suárez, el Barcelona cierra otro capítulo que llevaba tiempo abierto. Después de un año decepcionante, en el que no ha conquistado ningún título importante, sólo la Supercopa, está haciendo un esfuerzo económico muy importante para reforzarse. Han llegado el uruguayo, Ivan Rakitic, Claudio Bravo y Ter Stegen a cambio de 125 millones de euros, la cifra más alta invertida por el club azulgrana en un mismo año. Y todavía queda por completar una parcela del campo que será cara: la defensa. El eterno central sigue pendiente, y también la llegada de un lateral derecho, aunque para ello debe suceder algo parecido a lo que ha ocurrido con Suárez: la idea es que salga primero Alves para contratar después a su sustituto. A cambio, la entidad también ha ingresado una buena cantidad en ventas: a los 42,5 millones que ha recibido por Alexis se unen 33 por Cesc.

Pero el fichaje estrella es Suárez. Algunos de los periódicos sensacionalistas ingleses decidieron despedirle con títulos duros en los que destacan su faceta más oscura: «¡Que se vaya! Adiós al mordedor, tramposo y racista», abría su web el «Daily Mail».