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El Cara a Cara: ¿Debería pegar un portazo Luis Enrique?

El Cara a Cara: ¿Debería pegar un portazo Luis Enrique?
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Y una «peineta» antes de marcharse

José Luis Sánchez

El recordado Luis Aragonés hizo para el recuerdo una interpretación magnífica de la tan española «peineta». Carme, me imagino a Luis Enrique abriendo la puerta del vestuario azulgrana y haciendo ese gesto dedicado a todos aquellos que le tiraron mierda, le echaron a las garras de la Prensa y le hicieron la cama de manera desmedida. Si os vistieráis por los pies, lo primero que haríais sería pedirle perdón. Casi no podríais mirarle a los ojos. Tuvo la osadía de enfrentarse al statu quo culé y removió los cimientos del Camp Nou contra vuestra voluntad. Si el presidente Bartomeu os hubiera echo caso, «Lucho» estaría de vuelta en Gijón desde hace mucho tiempo.

- Ni un segundo más

Luis Enrique no debe guiarse por la euforia del triplete. Debe marcharse, debe salir ya del Barcelona. Conoce lo bueno y lo malo, y cuando vuelvan a ir mal dadas, será de nuevo la diana. Estuvo a punto de dimitir por orgullo, por sentirse maltratado. La escenificación del título, siendo invitado de segunda fila, es el mejor ejemplo. Un hombre de personalidad tan fuerte no vale para bailar determinadas aguas, querida Carme Barceló. El champán con el que brindas ahora, seguro servirá para derramarlo sobre el entrenador cuando os venga en gana... Una vez más.

- Messi: entrenador-jugador

Se marchó Pep Guardiola cansado de las ñoñerías. Huyó el Tata Martino ante la guardería del vestuario. Y a Luis Enrique le dejaron muy claro el mensaje en enero: manda Leo Messi, no tú. Con ese panorama, lo más fácil sería, tras la salida de «Lucho», nombrar a Messi entrenador-jugador. Es su voluntad, cual niño caprichoso. Éstas son mis reglas, o las aceptas o no juego. Cualquiera con un poquito de orgullo diría adiós. Pero sois cómplices de esa dictadura.

Cuidado Carme, los deseos, a veces, se vuelven en contra. Gracias al Real Madrid, y a su dejadez, habéis podido encontrar un tesoro que en enero pensabáis era utópico. Estáis con las caretas quitadas: Messi, Luis Enrique, Bartomeu... ¡¡¡hasta tú!!! Recuerdo que veías a Messi fuera del Camp Nou. No te relajes que el verano es muuuy largo.

El esfuerzo le ha servido para quedarse

Carme Barceló

Creyeron en él, apreciado José Luis. Nadie les obligó a ficharle. Llegó porque un presidente, su núcleo duro y un director deportivo pensaron que era el mejor para llevar el timón de una nave desvalida tras la muerte de Tito y el año en blanco del Tata. El pudo decir que no y, en cambio, no dudó. Su «sí» ha supuesto una parte de este triplete histórico que, en el momento de escribir estas líneas, se está celebrando no imaginas cómo por las calles de la Ciudad Condal. Han sido meses de lucha, trabajo, sacrificio, muchos pasos adelante y alguno hacia atrás. Incluso estos últimos han servido para ganar, para que a Luis Enrique le hagan el pasillo de la gloria futbolística y para que sus jugadores formen el mejor equipo de Europa. El dijo que sí hace un año, corrigió algunos puntos hace medio y hoy es ya un técnico que pasará a la historia del Barça. ¿Marcharse de un portazo? En el hipotético caso de que se vaya –algo que dudo muy mucho– lo hará por la puerta grande. Y si se queda –algo que veo muy probable– será porque el esfuerzo y el tipex le han servido para escribir de nuevo sobre algún error.

- Rectificar es de sabios

Messi es el mejor jugador del mundo. Muy pronto, el mejor de todos los tiempos. Luis Enrique, igual que Neymar hace un par de temporadas y Luis Suárez este año, lo tenían muy claro cuando llegó al Barça. Leo les haría mejores y ellos colaborarían, sin duda, a mejorarle a él. Y debían saber gestionarlo. Enero y Anoeta fueron aquel «ahora o nunca» que supuso la evolución positiva de este equipo único. La excelente preparación física y algún Pepito Grillo en la sombra hicieron el resto.

- En blanco... y negro

Mientras cientos de miles de personas invaden Barcelona, en Madrid se duelen. Un club al que daban por muerto entre juicios, convocatorias de elecciones y sanciones ha conseguido los tres títulos. En la casa merengue, con un presidente apuntalado al cargo por sí mismo, galácticos de fiesta y técnicos de relumbrón, se han quedado en blanco y un futuro negro. Aquí las películas las vemos en color, querido.