Kameni regala la victoria al Espanyol

El Espanyol logró tres nuevos puntos gracias a su efectividad y a un grave error de Kameni ante un Málaga espeso que no encontró portería.

La ansiedad es el enemigo número uno de los futbolistas. Cuando las cosas no salen, cuando los resultados en contra se acumulan, comienzan los nervios, los errores, las imprecisiones y, lo peor, el nivel de confianza desciende a mínimos. Todo esto es lo que le está pasando al Málaga, inmerso en una crisis de considerables proporciones de la que no sabe como salir. Juande Ramos se marchó en diciembre y el panorama, a pesar de los fichajes invernales, no parece mejorar. Romero no termina de dar con la tecla y los resultados adversos comienzan a pesar como una losa.

Ante el Espanyol, un conjunto en racha, bien construido y con mucha moral después de su últimos buenos resultados, le sucedió lo mismo que en anteriores encuentros. Comenzó bien, intentando elaborar las jugadas por las bandas, con el ‘Chory’ Castro y Ontiveros ejerciendo de estiletes y con Santos como hombre más adelantado tras la lesión de Sandro. Por cierto, cómo echa de menos el conjunto malagueño al canario. El juego de ambos era muy táctico, intentando no cometer errores.

Poco a poco el conjunto local se fue estirando y comenzó a llegar con peligro a las inmediaciones de Diego López. En cuatro minutos tuvieron claras ocasiones Juanpi, Santos y Fornals, pero unas veces el guardameta visitante y otras el propio fallo del rematador evitaron el gol local. Como ninguno quería cometer fallos, Kameni animó la mañana con uno garrafal, quizá queriendo recordar sus años en el cuadro perico. Piatti cogió un balón a treinta metros de la portería y lanzó un buen disparo, esquinado, que el meta local se comió. Primer tiro y gol. A eso se le llama efectividad.

El Málaga quedó tocado, anestesiado, y no se despertó hasta los últimos minutos. Su rival, el Espanyol, tan sólo volvió a acercarse a la portería rival mediante un remate de cabeza de Gerard que fue a parar mansamente a las manos de Kameni.

La segunda mitad fue un auténtico monólogo del conjunto malaguista, que puso cerco a la portería de Diego López pero que volvió a demostrar que no tiene ninguna pegada y que necesita casi milagros para marcar un gol. Las ocasiones llegaron por empuje, por necesidad, pero la portería rival es un muro porque cuando no es el portero es un defensa, sino el propio delantero el que falla de forma clamorosa. Y así no se puede.

El Espanyol se olvidó del ataque en la segunda mitad, sólo pensó en defender, consciente de las limitaciones goleadoras de su rival. Y la jugada le salió bien. El fútbol, se juegue mejor o peor, se diferencia en las áreas. Y ahí el Málaga es un regalo para cualquier rival porque no sabe colocar el balón entre los tres palos. Como mantenga esta línea va a sufrir porque los puntos, a estas alturas, ya valen su peso en oro. Romero sigue sin saborear la victoria y las dudas se acumulan. El Espanyol, que apenas se destapó en ataque, aprovechó un tiro lejano aliñado con un grave error de Kameni y marcó su gol. Tres puntos más, sigue la racha, y a mirar a Europa.

- Ficha técnica:

0 - Málaga: Kameni; Rosales, Luis Hernández, Demichelis, Juan Carlos; Ontiveros (Duda, m.71), Camacho, Fornals, ‘Chory’ Castro (Keko, m.64); Juanpi y Santos (Charles, m.59).

1 - Espanyol: Diego López; Marc Navarro, David López, Diego Reyes, Aarón; Javi Fuego, Jurado (Duarte, m.90), Hernán Pérez (Marc Roca, m.60), Reyes (Caicedo, m.73); Piatti y Gerard Moreno.

Gol: 0-1, M.17: Piatti.

Arbitro: Ocón Arráiz (Colegio Riojano). Mostró tarjeta amarilla al malaguista Demichelis (m.40) y a los jugadores del Espanyol Hernán Pérez (m.32), Piatti (m.51), Marc Roca (m.70) y Diego López (m. 90).

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima primera jornada de LaLiga Santander diputado en el estadio de La Rosaleda ante unos 22.000 espectadores.