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El Madrid es el jefe: gana otra vez al Barça y se lleva la Supercopa

En una primera parte, que fue un volcán, el equipo de Zidane pasó por encima de un Barcelona que acabó zombie. Asensio hizo un golazo y Benzema marcó otro. Messi hizo resistir después a los de Valverde

Los jugadores del Real Madrid celebran la Supercopa de España
Los jugadores del Real Madrid celebran la Supercopa de Españalarazon

En una primera parte, que fue un volcán, el equipo de Zidane pasó por encima de un Barcelona que acabó zombie. Asensio hizo un golazo y Benzema marcó otro. Messi hizo resistir después a los de Valverde.

Hubo una jugada en la segunda parte en la que el árbitro pitó una falta a Messi en el centro del campo y Ramos fue a entregarle la pelota. Pero cuando parecía que se la iba a dar, se la escondió y se la tiró por encima, una acción muy parecida a la que hace años ya le hizo Pep Guardiola a Cristiano Ronaldo en una banda en el Camp Nou. Pero ése era otro Barcelona y éste es otro Madrid.

Ayer se quitó todos los resquemores que podían quedarle de épocas pasadas y durante unos primeros cuarenta y cinco minutos jugados con toda la pasión del mundo noqueó al rival, le dijo cara a cara todo lo que no había podido decirle antes. Ser muy superior a su enemigo era el último trofeo que le quedaba. Los últimos minutos de la primera parte no eran dos equipos los que se enfrentaban: era un grupo de jugadores blancos, ansiosos, con el hambre intacta, rápidos y vivos frente a un grupo de hombres de azulgrana que parecían zombies, sin capacidad de reacción. Si el partido no acabó en goleada fue porque después del descanso el Madrid se paró para tomar aire y el Barcelona siguió agarrado a Messi, su única luz durante muchos minutos, la única salida para un equipo que los dos partidos contra el campeón de Liga, de Champions y de Supercopas le han puesto frente al espejo y se ha visto más feo de lo que esperaba.

El fútbol, dijo Valdano y se ha convertido en un tópico, es una cuestión de ánimo. Y el Barcelona compareció en el Bernabéu con todo perdido, mientras que el Madrid dio la impresión, después de dos Champions consecutivas, que tenía todo por ganar. Sin Ronaldo, por la sanción, con Isco y Bale en el banquillo, junto a Casemiro, el equipo de Zidane, una vez más, no acusó las rotaciones y se fue a buscar al Barcelona a su campo, a asustarle, a quitarle la pelota y a morderle. Se vio temeroso a Ter Stegen y absolutamente desprotegido a Mascherano en la banda derecha del Barcelona, es decir, la izquierda del Madrid, es decir, la de Marcelo y de Asensio. No, no iba a ser buena noche para él, que sólo se entonó cuando pudo dejar ese lado y ponerse junto a Piqué. Entre Aleix Vidal y Semedo, que salió después, Valverde eligió al argentino, apoyado por Sergio Roberto.

El problema no era Mascherano. El problema para los rivales del Madrid es Asensio, un jugador que no deja pasar una para demostrar que tiene madera de genio. Fue el primero que buscó la espalda más débil del rival y fue también el que le puso en el precipicio desde una distancia sideral. Pocos jugadores tienen un disparo como el de la joven estrella. Desde lejos marcó en el Camp Nou y desde un poco más lejos marcó ayer, cuando nadie lo esperaba. Estaba solo, veía la portería a tiró y no se lo pensó. Ter Stegen ni siquiera hizo el esfuerzo.

El gol fue el premio a una primera parte de tormenta blanca, en la que el Barcelona sólo dio la cara cuando Messi vio que todo el edificio se caía. Hizo dos carreras para templar los ánimos de un Bernabéu que olía la sangre. Se repitieron los olés y hubo una jugada que varios jugadores del Madrid se pasaron la pelota con el tacón, sólo por el gusto de hacerlo. El Madrid, al toque de Modric y Kroos, a las pulsaciones de Kovacic y la clase de Asensio, con el trabajo de Lucas Vázquez y la seguridad que da un Navas aún en estado de gracia, se dio el gusto de jugar a toda mecha y con estilo frente al Barcelona. A los de Valverde, cuando Messi enmudeció, se les hizo eterna la primera parte. No sabían cómo evitar que Lucas Vázquez o Kroos les robasen la pelota, no sabían cómo detectar a Marcelo y sus defensas reaccionaban dos segundos después que los delanteros rival. Así marcó Benzema y no hubo más discusiones acerca de quién es el jefe.

En la segunda mitad se equilibró el duelo, con Sergio Roberto con más protagonismo y Luis Suárez tan insistente como siempre. El Madrid no se dejó el corazón y Messi pudo marcar.

No hubo más: empieza la temporada y el Madrid ya ha dejado claro quién manda.

Alineaciones

Real Madrid: Keylor Navas, Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Modrid, Kroos (Ceballos, min 80), Kovacic (Casemiro, min 65); Lucas Vázquez, Benzema, Asensio (Theo, min 75).

Barcelona: Ter Stegen, Mascherano, Piqué (Semedo, min 48), Umtiti, Jordi Alba (Digne, min 78), Sergi Roberto, Busquets, Rakitic, André Gomes (Deloufeu, min 70); Messi y Luis Suárez

Árbitro: José María Sánchez Martínez (murciano). Tarjeta a Luis Suárez y Mascherano, del Barça.

Goles: 1-0 (min 4): Asensio. 2-0 (min 39): Karim Benzema.

Incidencias: 75.167 espectadores en el Santiago Bernabéu. Partido de vuelta de la Supercopa de Europa.