Ocho finales en catorce campeonatos disputados. La Federación española y los encargados de las divisiones inferiores presumen del dominio en la última categoría previa al paso a profesionales. Seis oros y una plata han conseguido hasta ahora, a la espera de lo que consiga esta tarde (20:00 h., Eurosport) la Selección que entrena Luis de la Fuente. Los siguientes en la lista, Francia y Alemania, han conseguido dos títulos cada uno.

Rusia es el rival, un equipo que ya derrotó a España en la primera fase por 1-3. Ese resultado lo aprovechan los técnicos de la Selección para motivar más a los jugadores. Son conscientes de que ese partido iba camino de otra cosa, como anunciaba el gol de Borja Mayoral en la primera mitad. Después, cuando Rusia ya mandaba por 2-1, España pudo empatar en un córner e inmediatamente llegó el tercero de los rusos.

España encuentra argumentos en su plantilla para el optimismo. Como los goles de Marco Asensio en la semifinal. El jugador del Real Madrid es la estrella del equipo. «Es zurdo perdido», lo definen los técnicos de la Federación, pero detrás de esa característica se esconde un jugador capaz de jugar con la misma facilidad por la derecha o por el centro que por su lado natural. Con mucha calidad, que tiene pase y tiene gol.

Pero en la Federación valoran por lo menos a la misma altura a Dani Ceballos. El centrocampista del Betis es diferente. «Hace lo que no hace nadie», dicen los informes. «Ve pases imposibles, la toca, la esconde, se gira...». Dani manda en el equipo y, además, es el mejor amigo de Asensio. Comparten habitación desde que llegaron a las selecciones inferiores. Y es en el compromiso, en la solidaridad y en la amistad donde los responsables de la Federación encuentran el éxito de esta selección.

Ése es uno de los motivos de que hayan prescindido de Adama Traoré. El extremo nacido en Hospitalet, de origen malí, llegó a debutar en el primer equipo con Martino. Pero es un futbolista de esos en los que las piernas van por delante de la cabeza, de los que les cuesta digerir los elogios. Ha jugado en todas las categorías de la Selección, desde la sub’16 hasta la sub’19, pero recibió la llamada de su país de origen y le entraron las dudas. «O estás convencido o nada», pensaron en la Federación y De la Fuente decidió no convocarlo.

Sin él, España ha avanzado hasta la final. Un premio que llega antes de lo que pensaban los técnicos. La defensa, por ejemplo, la forman cuatro futbolistas de 18 años, uno por debajo del límite permitido. Demasiada ventaja para los rivales a priori, pero han tenido un gran rendimiento. Entre ellos destaca Vallejo, el central del Zaragoza, que ya ha llegado a lucir el brazalete de capitán en el primer equipo. Vallejo es el ejemplo atrás, como Borja Mayoral arriba. El delantero del Madrid ha marcado dos goles en el torneo, pero los técnicos destacan su capacidad para ser útil al equipo cuando no encuentra el gol. «Tiene mucho sentido del juego», dicen los técnicos de la Federación.

Con todos ellos, España aspira a recuperar el título de una categoría que domina, aunque no lo gana desde 2012. De lo que más orgullosos se sienten los responsables de la cantera es de que siete de estos jugadores que han llegado a la Selección hay 18 convocados– repetirán en el torneo del año próximo. Un campeonato importante porque es clasificatorio para el Mundial de 2016.