España se anima con los suplentes (2-0)

Hay costumbres que perduran en el tiempo sin más explicación que la naturaleza de cada uno. Como la de que España domine la pelota y el rival se conforme con mirarla. No podía esperarse otra cosa de Irlanda, goleada en la Eurocopa por el equipo de Del Bosque, y con Trapattoni en el banquillo, un veterano italiano cuya máxima ambición es mantener su portería protegida. El juego se convierte en un ejercicio de hipnosis en el que España mueve la pelota de un lado a otro a la espera de encontrar un hueco que le abra el camino hacia la portería y el rival sólo la vigila desde lejos.

A eso se dedicaron los dos equipos, a cumplir con las costumbres. España, con el balón. Irlanda, con todos metidos en su área y Sammon esperando que le lloviera alguna oportunidad. Del Bosque añadió a Pedro desde el inicio para completar una alineación que tiene aspecto de parecerse mucho a la que debutará el domingo contra Uruguay en la Copa Confederaciones. El canario es el plan B del seleccionador, el futbolista que la pide al hueco cuando todos los demás la quieren al pie, el que acelera cuando el ritmo se convierte en cansino. Y fue el primero que tuvo la oportunidad real de marcar. Se revolvió para dejarse la pelota en la pierna izquierda y su disparo acabó golpeando el larguero.

Pedro es un despertador para España. Como Jesús Navas. Y Del Bosque se atrevió a juntarlos en el comienzo de la segunda mitad. Era un partido para permitirse la osadía, que nació desde la alineación con la presencia de Sergio Busquets como único mediocentro. Sin Xabi Alonso, el técnico español quiso experimentar con más control de la pelota y menos prudencia. Pero era sólo un ensayo. Para todos menos para uno. Roberto Soldado, que había ocupado poco antes el sitio de Villa, no entiende de amistosos, y menos cuando se pone la camiseta roja. Se quedó fuera de la Eurocopa en el último momento y tiene ganas de demostrar a Del Bosque que no se ha equivocado contando con él para la Confederaciones. Diez minutos llevaba en el campo cuando marcó el primero de España.

Era el día de las reivindicaciones. Porque ya con el 1-0 en el marcador, volvió a aparecer Casillas en la portería con el brazalete de capitán. Y demostró que la inactividad no ha conseguido jubilarlo. Primero detuvo un disparo de McClean cuando ya se vencía para el lado equivocado. En el córner siguiente despejó al larguero un remate de cabeza. El tercer remate, del central St.Ledger, ya no pudo detenerlo. De eso se encargó el árbitro estadounidense, que anuló el gol. Pero Casillas demostró que sus manos están igual de rápidas que siempre.

España, ya con muchos nuevos en el campo, consiguió aumentar la diferencia con un disparo de Mata, que terminó un contraataque que había llevado a medias con Cazorla. Porque la principal costumbre española sigue siendo la de ganar. Eso sí, con la pelota.

Alineaciones:

España: Valdés; Arbeloa, Piqué, Ramos, Jordi Alba; Busquets; Xavi (Mata, min 70), Iniesta (Cesc, min 59), Silva (Jesús Navas, min 46) Pedrito (Cazorla, min 80) y Villa (Soldado, min 59).

Irlanda: Forde (Randolph, min 74); McShane, St. Ledger, Odea, Kelly (Delaney, min 89); Hendrick (Quinn, min 46), McCarthy (Long, min 88), Coleman, Keogh (McClean, min 74); Keane (Cox, min 57) y Shammon.

Árbitro: Jair Marrufo (EEUU). Amonestó a Pedrito y Cox.

Goles: 1-0 (min 69) Soldado. 2-0 (min 88) Mata.

Estadio: Yankee Stadium. 20.000 espectadores. Último amistoso de España antes de la Copa Confederaciones.