Atlético de Madrid
El Espanyol se aprovecha de un Atlético sin ambición (3-0)
Los rojiblancos, sin motivación, se van goleados de Cornellá tras un flojo partido en el que marcaron Godín en propia puerta y Borja Iglesias por partida doble.
Partido a partido y objetivo a objetivo. Al Atlético del Cholo le quedan dos partidos esta temporada y un punto para lograr el que ahora es su objetivo, certificar la segunda plaza. No lo ha podido lograr esta tarde en Cornellá en un partido en el que el Espanyol ha demostrado que el, casi imposible, sueño por ser séptimo era más fuerte que conseguir la segunda plaza de manera matemática. Y ha acabando dominando al segundo clasificado de la tabla por 3-0.
La primera parte del choque estuvo llena de errores. Tal vez por falta de tensión. Matemáticas a parte, nadie se jugaba nada. Primero, Hermoso se dejó robar un balón por Morata que el delantero madrileño erró ante Diego López. El Espanyol sacaba el balón desde atrás, con calidad y automatismos, pero fue nuevamente el Atlético el que pudo abrir el marcador tras un grotesco error de Diego López que entre Koke y Morata no supieron materializar.
El equipo rojiblanco disputó el encuentro, pero no iba con las revoluciones a tope como es habitual en su ADN y poco a poco el Espanyol se hacía con el control del partido. Lemar, en clara mejoría en los últimos partidos no apareció, Savic no estaba seguro atrás y Filipe no podía parar a la sensación del encuentro, Pedrosa. En una pobre primera parte de los dos equipos, el canterano recogía un balón en su área y tras una carrera de 87 metros, en la que dejaba atrás a Savic y a Rodri, ponía el balón atrás y Godín intentando despejar introducía el balón en su propia portería. Inmediatamente después los dos equipos se iban a los vestuarios.
La segunda parte empezaba con otro Atlético de Madrid. Entraba Correa por Savic, con molestias, y el equipo se volcaba a por el empate. Sin embargo un error de Rodri en el medio campo, a los siete minutos de la reanudación, lo aprovechaba Óscar Melendo para dar un pase espectacular que Borja Iglesias no desperdiciaba ante Oblak. En ese momento y a pesar de que quedaba más de media hora se acababa el partido. El Atlético de Madrid apático no aparecía en ninguna línea del campo y solo Oblak, con dos paradas propias de su nivel, mantenía el honor de los del Cholo. El argentino metía a Vitolo y al canterano Montero, pero nada mejoraba. En una jugada torpe por parte de Juanfran cuando ya acababa el encuentro, Munuera Montero decretaba un penalti que quizás con 0-0 no se hubiera pitado. Borja Iglesias cerraba su doblete y alcanzaba los 15 goles, los mismos que Griezmann, en Liga.
Un partido menos y solo dos por delante para cerrar una temporada en la que el Atleti será segundo, pero parece que a la afición colchonera con eso ya no le vale.
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