Eurocopa femenina
La felicidad como camino para llegar al éxito de la selección femenina
La selección española es ahora un grupo unido, sin reivindicaciones fuera del campo que la distraigan del objetivo final y se está notando en el campeonato
España ganó el Mundial con un vestuario fragmentado. Dividido entre las «rebeldes» que se habían enfrentado a Vilda y el grupo que el entonces seleccionador había construido a su alrededor. Un grupo que las decisiones de Vilda, como mandar a Misa al banquillo antes del partido de cuartos de final, no ayudaban a unir. Pero el beso de Rubiales a Jenni Hermoso cambió todo.
«Hubo momentos difíciles después del Mundial en los que quedó patente que estábamos muy unidas y que teníamos que actuar como grupo», decía Irene Paredes hace unos meses en una entrevista con LA RAZÓN. «El sentimiento de pertenecer a un equipo que quiere rendir al máximo nivel es el máximo, como en todos los sitios. Hay gente con la que te llevas mejor, más cercana, más lejana, pero sabemos por qué estamos aquí, qué es lo que queremos», aseguraba la capitana.
Y la celebración del pase a la final después del gol de Aitana contra Alemania confirmó ese buen ambiente dentro del equipo.
Aitana, otras veces tensa, no podía evitar sonreír durante su rueda de prensa como mejor jugadora del partido. «Cuando la pelota ha entrado, he empezado a correr como una loca, no sabía dónde ir, me he encontrado a todo el banquillo de pie, me he abrazado con todas. Este gol es de todas y de todos. Todas y todos trabajamos para estar en estos momentos y qué mejor que compartirlo con el grupo, que es un grupo muy bonito y muy sano», expresaba la goleadora después del partido.
Algo parecido decía Claudia Pina antes del partido de cuartos de final contra Suiza. «Está naciendo un grupo muy bonito fuera del campo, importante para que todo sea más ameno en los días de concentración. Me siento a gusto, feliz y con ganas de intentar aportar el máximo», aseguraba.
Todas asumen que el grupo está por encima de las individualidades. Y más si lo dice la primera española en ganar un Balón de Oro. «Estoy aquí otra vez porque me han dado este premio, pero somos un equipo. Es una cosa de todas, creo que lo tenemos muy claro, al menos desde dentro, pero esto es lo que nos va a hacer llegar muy lejos en este torneo», reconocía Alexia después de ser elegida MVP del partido contra Bélgica. «Es el torneo donde más a gusto nos vamos sintiendo, tanto ellas como el cuerpo técnico donde más ambiente profesional he podido ver en estos últimos años, donde siento que
las futbolistas piensan en lo que tienen que pensar, que es en jugar», admitía Montse Tomé antes de
la semifinal contra Alemania.
La seleccionadora agradece que las jugadoras ya no tengan que dedicar su tiempo a reivindicar un mejor trato de la Federación. Ahora se sienten mejor tratadas y en el campo se nota. «Las condiciones han cambiado mucho, sobre todo, a nivel de viajes, alimentación, entrenamientos. Todo lo que nos ayuda a nosotras a ser mejores ha cambiado radicalmente. Es nivel equipo masculino top, es algo increíble y es algo que ha costado mucho, es trabajo de muchísima gente. También la estructura es mucho más profesional. Creo que por fin estamos en el punto que queríamos estar desde hace un tiempo, también porque nos lo hemos ganado», explica Alexia.
«La mentalidad del grupo, del cuerpo técnico», destaca Aitana. «Creo que todos y todas tenemos la misma dirección. Y la Federación también, así que hay que agradecer los pasos que se dan, porque creo que no estamos como hace tres años, donde para nosotras era una situación complicada. Lo sufríamos y también hay que valorar cuando se empiezan a hacer las cosas bien», asegura Aitana. «Yo recuerdo cuando venía aquí hace años, yo no disfrutaba, me quería ir a mi casa, soy sincera. Y era difícil jugar aquí, porque el trato o la situación no eran buenos, pero ahora que todo está mejor, el grupo está mejor, la estabilidad de todos y todas está mejor, creo que eso beneficia al grupo», añade.
Ahora Aitana no puede disimular que se divierte. Y ya sólo quiere irse a casa después de ganar la Eurocopa. «Creo que sería algo muy chulo», decía ya en Las Rozas antes de viajar a Suiza. El camino ha reforzado su idea.