Isco: «Soy el más madridista»

La primera sesión de madridismo en la venas, la vivió ayer Isco. Más de 7.000 personas se fueron al Santiago Bernabéu a verle dar toques al balón sobre el césped. Pese al agobiante calor de Madrid al mediodía, el joven futbolista congregó a miles de jóvenes con ganas de disfrutar de lo que venga. Él, con sólo 21 años, es presente y mucho futuro. Con Isco, ayer, el Real Madrid dio un paso hacia el mañana: «Hoy, esa tarea de conseguir a los mejores del mundo y de España se ha hecho presente», le dijo el presidente madridista, Florentino Pérez, en el palco del Santiago Bernabéu, cuando los gritos del público que le vitoreaban le permitieron hablar.

Fue un día intenso para el jugador, que estuvo en el hospital con los médicos, en el palco con los directivos, en el césped frente a más de 7.000 aficionados y, después, frente a la Prensa. Una jornada completa, perfecta para entender al Real Madrid y lo que significa: «Vengo al club más grande que existe», repitió varias veces el futbolista andaluz.

Fue como si además de su calidad, Isco tuviese también que mostrar sus sentimientos. Unas declaraciones antiguas y tener un perro al que llama Messi le obligaron a dar explicaciones un par de veces: «Lo del perro es anecdótico», dijo una vez. Y cuando le preguntaron si le iba a cambiar de nombre, no pudo ser más lógico: «Entonces, no me haría caso».

Si no fuese del Madrid, no hubiese disfrutado el día de ayer, con sus familia, posando en el palco primero y sobre el césped después junto a su hermano, sus padres y su pareja, como una gran fiesta familiar. Si no fuese del Madrid, sus amigos no se hubieran vuelto «locos» de alegría cuando les contó lo de su fichaje. Si no hubiese sido del Real Madrid, finalmente, lo tenía tan fácil como haberse marchado al Manchester City, a Inglaterra, donde Pellegrini, su entrenador en el Málaga la temporada pasada, le ofrecía confianza y más minutos de los que a priori puede tener en el equipo de Ancelotti.

Pero ayer estaba en el Santiago Bernabéu, mientras muchos jóvenes hacían cola o corrían como en una estampida en busca de la puerta abierta para entrar y ver su presentación. «Es imposible decir que no al Real Madrid. Yo me siento preparado y creo que no se puede dejar escapar este tren. Es el equipo más grande que hay», volvió a decir Isco. «Cuando vi que el Real Madrid iba en serio a por mí, no me lo pensé. Espero estar a la altura».

La altura es mucha. Las expectativas las ha creado él, después de su temporada en el Málaga y la Eurocopa Sub' 21. «Como todos sabéis, Isco tenía ofertas pero ha elegido jugar en el Real Madrid, en el club más importante de la historia. Tiene cualidades y eso es imprescindible para seducir al madridismo», aseguró Florentino Pérez, quien recuperó para Isco un antiguo lema, el de joven, pero sobradamente preparado: los jasp. «Estamos ante un futbolista que, con 21 años, ha conquistado a muchos aficionados españoles con un juego creativo y de calidad. Es joven y sobradamente preparado para este reto». Además le exigió fútbol: «Como dice nuestro entrenador, el Real Madrid tiene que trabajar para ofrecer un fútbol espectacular y queremos nuevos jugadores que respondan a la exigencia del club y que tengan un hambre insaciable, queremos jugadores conscientes de la altísima responsabilidad de vestir esta camiseta y por eso presentamos a Isco».

Isco agradeció el apoyo del club y de la afición, dio toques y repartió balones a los aficionados sin escuchar los gritos que le pedían que besase el escudo. No lo hizo. El cariño no se gana con palabras o con gestos: «Es que yo quiero ganarme el honor de hacerlo dentro del campo. Soy el más madridista que hay, nadie va a poner en duda mi compromiso con el Real Madrid». No, no se duda. «Nosotros–le había dicho antes su nuevo presidente– creemos en ti, en tu clase y en tu talento y te damos la bienvenida al Real Madrid. Éste es tu estadio y ésta es tu casa». Después, su hermano besó el escudo del equipo.