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Fotografía fechada el 19 de octubre de 2015 que muestra al entrenador guipuzcoano Julen Lopetegui durante un entrenamiento en Oporto, Portugal.
Fotografía fechada el 19 de octubre de 2015 que muestra al entrenador guipuzcoano Julen Lopetegui durante un entrenamiento en Oporto, Portugal.larazon

La vida de Julen Lopetegui ha estado siempre ligada a la Selección, a pesar de que nunca pasó de ser un suplente cualificado. Disfrutó del primer «casi» éxito mundial de las divisiones inferiores españolas desde el banquillo. En 1985 jugaba en la Real Sociedad, todavía no había fichado por el Real Madrid, y era el suplente de Unzué cuando España llegó a la final del Mundial sub’20 que se disputaba en la URSS. Con Taffarel en la portería y Müller en la delantera, Brasil derrotó al equipo que entrenaba Chus Pereda y que capitaneaba el valencianista Fernando. España consiguió el subcampeonato a pesar de la ausencia de Martín Vázquez y Sebas Losada fue Bota de Oro, pero Lopetegui no abandonó el banquillo.

Su suerte no cambió con el ascenso a la absoluta. Apenas un partido le dejaron jugar entre Zubizarreta y Cañizares. Fueron sólo 26 minutos en un amistoso ante Croacia en Valencia, pero Julen define aquel momento como el más feliz de su carrera deportiva. España perdió por 0-2, con goles de Prosinecki y Suker, pero los dos tantos los encajó Zubizarreta. Era un encuentro de preparación para el Mundial ‘94 que Lopetegui también vio desde el banquillo. Sus temporadas en el Logroñés le valieron la llamada de Clemente y el fichaje por el Barcelona, donde pagó los cinco goles encajados en su estreno oficial en la Supercopa de España ante el Zaragoza.

Dio un paso atrás, fichó por el Rayo Vallecano, que estaba en Segunda y que después le dio su primera oportunidad como entrenador. Lopetegui había sido el número uno de su promoción en el curso de entrenadores, pero no le sirvió para triunfar. Fue destituido y el equipo descendió a Segunda B al finalizar la temporada. El Castilla fue su siguiente parada, antes de ser parte de la renovación del cuerpo técnico de la Federación, que había comenzado con el fichaje de Milla como seleccionador sub’21 dos años antes. Su mayor éxito fue el campeonato de Europa sub’21 logrado en 2013. Thiago, Isco y Morata eran las estrellas. De Gea, Bartra, Koke y Carvajal también jugaban en aquella selección. El año anterior, Lopetegui ya había conseguido el Europeo sub’19 con un equipo en el que destacaba Deulofeu.

Pero la llamada del Oporto, un equipo habitual en la Liga de Campeones, le hizo abandonar la Federación. Españolizó el equipo con futbolistas que conocía bien, como Óliver y Adrián y estuvo a punto de eliminar al Bayern de la Champions. El curso pasado parecía más feliz con el fichaje de Casillas, pero se torció. Fue despedido y su relación con el presidente se complicó. «Le deseo a Pinto Da Costa muchísima salud y muchos títulos», dijo ayer sin querer polemizar tras la pregunta de una periodista portuguesa. El 28 de agosto celebrará su 50 cumpleaños siendo seleccionador y eso le hace feliz.