Atlético de Madrid

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Los hombres del Cholo...

Simeone trabaja con el mismo equipo técnico desde su época de Estudiantes. «Ellos me hacen mejor entrenador», asegura el técnico

El entrenador argentino del Atlético de Madrid Diego Pablo Simeone
El entrenador argentino del Atlético de Madrid Diego Pablo Simeonelarazon

Cuando el Atlético ganó la Liga en Barcelona, Diego Pablo Simeone no quiso terminar la conferencia de prensa sin posar junto a sus colaboradores y agradecerles su trabajo. Estaban sus inseparables Germán Burgos y Pablo Vercellone, Juan Vizcaíno, el «Profe» Ortega y Carlos Menéndez junto a Pepe Pasqués.

Ellos son los que le han ayudado a construir un equipo campeón y su continuidad con una mejora de sueldo era una de las exigencias del Cholo para seguir en el Atlético. Casi todos estaban el día en que se oficializó la prolongación del compromiso de Simeone con su club hasta 2020. Sólo faltaba el «Profe» Ortega, el preparador físico. Un elemento fundamental. Cuando se conocieron, el Cholo apuraba sus últimos años como futbolista y Ortega era el preparador físico elegido por Gregorio Manzano en su primera etapa como técnico rojiblanco. Cuando comenzó su carrera como entrenador, Simeone no dudó en llamarlo. No pudo contar con él en Racing, en su primera experiencia como técnico, porque un día dejó de ser futbolista y al siguiente era entrenador. Pero lo llamó para trabajar juntos en Estudiantes. Allí ganaron su primer título. El «Profe» es el que pone en orden los cuerpos de sus futbolistas, pero también sus mentes durante el juego. Carlos Menéndez, un preparador físico salido de la cantera, porque el Atlético también trabaja esos detalles, es su extensión en el Cerro del Espino.

En Estudiantes se encontró Simeone con Pablo Vercellone. Después de un temprano debut como portero en el equipo de La Plata, a los 17 años contra Boca Juniors, las oportunidades se esfumaron. Cuando se retiró, se hizo un hueco en el equipo técnico de Estudiantes y, más tarde, en el corazón del Cholo. Le ha seguido a todos los equipos donde entrenó y compartieron casa en los primeros tiempos en Madrid.

El Mono Burgos se unió al grupo cuando Simeone llegó a Italia, para entrenar al Catania. Sólo jugaron juntos en la Selección, pero el Mono es el hombre de confianza del Cholo, capaz de sacar una sonrisa en los peores momentos. Con unos cuantos kilos de más, Burgos era la imagen del triunfo rojiblanco en la Liga Europa de 2012, el primero de Simeone con el Atlético. En el hotel de Bucarest donde se hospedaba el equipo, mientras algunos jugadores salían a celebrar el triunfo, el ex portero se paseaba en chándal, con una camiseta que marcaba su figura, un cigarro en una mano y una copa en la otra. La imagen de la felicidad.

El último en incorporarse a la «familia» fue Juan Vizcaíno. Compañero en el centro del campo del «Doblete», es el único que se mantuvo del equipo de trabajo de Manzano. Vizcaíno se quedó para conectar a los nuevos con el club y con la plantilla.

Estos hombres son el círculo de confianza del técnico, aunque el círculo se cierra, o se abre, con José Luis Pasqués, el jefe de prensa personal del Cholo, el primero con el que trabajó. Pasqués trabajaba en Racing cuando Simeone lo entrenó por primera vez y cuando el técnico se marchó, se fue con él sin dudarlo. Igual que sucedió cuando decidió venirse a España de un día para otro. «Ellos me hacen mejor entrenador», asegura Simeone.

...y una mujer

Natalia, la hermana de Simeone, ha sido fundamental para su carrera. Cinco años menor que el Cholo, es la que ejerce como representante, la que negoció el contrato que lo llevó hasta el Calderón y la que ha negociado las dos renovaciones posteriores. Asegura que la mejor manera de conseguir que su hermano haga algo es estar convencido de que no lo puede hacer. La exigencia del Cholo para ella es la misma que para sus jugadores. «Mi hermano siempre dice: podía haber sido mejor», aseguraba en una revista argentina cuando Simeone dirigía a San Lorenzo. «Para mí, negociar es un arte; yo creo que el secreto es no discutir y lograr escucharse», añadía.