Messi lo vuelve a hacer

El «10», con gol «maradoniano» incluido, manda en la final que permite al Barcelona sumar el doblete Liga-Copa y aspirar al triplete el próximo sábado.

¿Cómo parar a Messi? La pregunta sobrevuela con fuerza por las salas de prensa últimamente, desde que el argentino ha recuperado (¿y superado?) su mejor versión. Difícil respuesta en el micrófono y más todavía en el césped, donde se debe llevar a cabo lo que se ha hablado durante la semana. Estos días, Valverde mandó a Balenziaga estar cerca del argentino, que no le dejara ni respirar, y así lo intentó al principio. Su sombra. ¿Pero cuánto se le puede aguantar? El Athletic, 20 minutos. Y no sólo Balenziaga. Trataron de frenarlo al mismo tiempo él, Beñat, Mikel Rico, Laporte... Pues con todos pudo. Arrancó desde la banda en velocidad, frenó cuando se sintió rodeado, quebró, se hizo un autopase, aguantó la patadita de Rico, entró en el área, requebró, remató y marcó para certificar la superioridad que en esos minutos ya estaba teniendo el Barcelona. Un gol «maradoniano» que poco tiene que ver con jugar bien o mal en el sentido colectivo del término. Un gol que habla de talento y de inspiración. Con Leo y su panda, con Luis Enrique dirigiéndolos, el conjunto azulgrana firmó el doblete: Liga y Copa, y el próximo sábado le puede unir la «Champions». Quién lo diría hace apenas cuatro meses...

El Athletic se quedó de nuevo con las ganas, otra vez a un suspiro de volver a sacar a pasear la gabarra por la ría de Bilbao. Fue el mismo rival el que le impidió conquistar la Copa 31 años después, en este fútbol de clases, cada vez más dividido entre ricos y pobres. Lo intentó con la bravura que se le presupone en los primeros 10 minutos. Presionó arriba, dejándose la vida y poniendo en dificultad la salida de balón de su rival. El joven Williams apretaba y se pegaba (literalmente) con quien fuera, y Ter Stegen estuvo a punto de liarse en un pase, punto de partida de la reacción de los catalanes. La acción acabó en la otra área con un gol mal anulado a Neymar, después de un pase de Messi. El brasileño había sido el más activo al comienzo, pero a partir de ahí el partido pasó a pertenecer a Leo. El «10» fue extremo, centrocampista, delantero e incluso recuperador, en otra jugada que no acabó en gol por la rapidez de Herrerín. El portero acabó siendo el protagonista de la primera mitad, porque con sus intervenciones evitó un mal mayor. Paró el remate de Luis Suárez antes del golazo de Messi. Después desactivó los intentos de Neymar y Piqué, que se sumó al ataque en la estrategia, pero nada pudo hacer cuando Leo se juntó con los otros integrantes del tridente... Y con Rakitic. Un segundo tanto que cambió el registro respecto al anterior: del individuo al grupo; del regate al pase para dejar atrás oponentes. De Rakitic a Messi, que hizo de pared para que el croata encontrara a Suárez y el uruguayo regalara el premio a Neymar a placer. Con ese tanto, el «9», el «10» y el «11» acumulaban 119 goles esta temporada. Todo un récord.

La losa era gorda, pero no suficiente para que el Athletic dejara de intentarlo. ¡Con lo que cuesta llegar hasta ahí! Enseñó los dientes tras el descanso y el panorama cambió, no se sabe si porque el Barcelona también bajó el ritmo. Por momentos, tenían más intervenciones Mascherano y Piqué despejando de cabeza que Messi, Iniesta o Suárez. El conjunto de Luis Enrique se entregó al contraataque mientras los balones largos volaban en busca de Aduriz o Williams, dos guerrilleros que estaban en inferioridad y que encontraron el gol ya muy tarde, a falta de 10 minutos cuando ya tenían tres en contra. Busquets dio dos pasos atrás para ayudar, inteligente como siempre, para firmar una completa actuación. No se rindió tampoco el público rojiblanco, mayoría en el Camp Nou. Por una vez el Barça se sintió en casa como fuera. Incluso se cambió en el vestuario en el que nunca lo hace. Pero todo eso le importa poco a Messi.

Luis Enrique, a quien no le relajaba ni el marcador, permitió a Xavi que jugara su último partido ante su afición antes de irse a Qatar. Quería más control el técnico, ya que el partido estaba impredecible. Comenzó el conjunto azulgrana a explotar la banda derecha de Alves y por allí llegó la sentencia, en un centro del brasileño al área que Leo remató adelantándose a todo el mundo. Apretó de nuevo el Athletic y marcó Williams. Se lo merecía. Ni las últimas acciones duras, con Neymar en casi todas como emisor y receptor, arruinaron la fiesta azulgrana.

Ficha técnica:

1 - Athletic Club: Herrerín; Bustinza, Etxeita, Laporte, Balenziaga; Iraola (Susaeta, min.57), San José, Beñat (Iturraspe, min.74), Rico (Ibai, min. 74); Williams y Aduriz.

3 - FC Barcelona: Ter Stegen; Alves, Piqué, Mascherano, Alba (Mathieu, min.77); Busquets, Iniesta (Xavi, min.55), Rakitic; Messi, Suárez (Pedro, min.77) y Neymar.

Goles: 0-1, min.20: Messi. 0-2, min. 36: Neymar. 0-3, min.74: Messi. 1-3, min. 79: Williams.

Árbitro: Velasco Carballo (Comité Madrileño). Mostró cartulina amarilla Piqué (min.42), Iraola (min.43), Balenziaga (min.58), Williams (min.67), Iturrasè (min.86), Neymar (min.87) y a Busquets (min.90).

Incidencias: Unos 95.000 espectadores asistieron a la final de la Copa del Rey jugada en el Camp Nou. Presidió el partido Felipe VI. En el palco de honor se encontraban, entre otras personalidades, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, el lehendakari vasco Iñigo Urkullu; el ministro de Cultura, José Ignacio Wert; así como los alcaldes de Barcelona, Xavier Trias, y el de Bilbao, Ibon Areso.