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Lieke Martens sorprende con un cambio en su camiseta tras su boda

¿Por qué algunas futbolistas cambian su nombre tras casarse? Se abre el debate sobre cambiar o mantener el apellido tras el matrimonio en el futbol femenino

Lieke Martens sorprende con un cambio en su camiseta tras su boda
Lieke Martens sorprende con un cambio en su camiseta tras su bodaInstagram

El mundo del fútbol femenino está lleno de historias y decisiones que marcan la vida de las jugadoras dentro y fuera del campo. Recientemente, una foto subida por la de Benjamin van Leer generó revuelo entre los aficionados al fútbol. En la imagen, Lieke Martens, exjugadora del Barça, lucía un cambio curioso en su camiseta.

¿Qué pasa? Su apellido ahora incluía 'Van Leer', en referencia a su esposo, Benjamin van Leer.

Este tipo de cambios en la indumentaria deportiva no son tan comunes en el fútbol masculino, pero en el ámbito femenino, especialmente en Estados Unidos, se ha vuelto una práctica más habitual. Según Deborah Carr, directora del Centro de Innovación en Ciencias Sociales de la Universidad de Boston, entre el 20% y 30% de las mujeres deciden mantener su apellido una vez que se casan.

Lieke Martens no es la única jugadora que ha tomado esta decisión. Dominique Janssen también optó por adoptar el apellido de su esposo, pero luego de un divorcio, recuperó su nombre original. En Francia, la reconocida jugadora Le Sommer, que ostenta el récord de más partidos en Copas del Mundo, ahora es conocida como Le Sommer D por su matrimonio con Florian Dariel. En Estados Unidos, varias jugadoras también han realizado cambios similares, como Mallory Pugh, cuyo nombre actual es Mallory Diane Swanson, o Julie Ertz, antes conocida como Julie Beth Johnton.

Sin embargo, no todas las futbolistas eligen modificar su apellido al casarse. Un ejemplo destacado es Alex Morgan, uno de los nombres más famosos del fútbol mundial, que ha mantenido su apellido a pesar de estar casada con Servando Carrasco.

Las razones detrás de esta elección pueden ser diversas y personales. Deborah Carr enumera motivos como aspectos económicos, familiares, sociales, románticos o religiosos