Nuevo espíritu, mismo dolor

Carlo Ancelotti pide al equipo mostrar otro talante hoy contra el Copenhague. Bale no jugará por molestias en la pierna izquierda

El partido contra el Copenhague como lugar de encuentro, como forma de curar las heridas que pueda haber en el Madrid. Hasta el pasado sábado, el duelo de hoy estaba perdido en el calendario, quizá el más sencillo de la primera fase de la Liga de Campeones, pero se ha convertido en algo más: «No es un momento bueno para nosotros y necesitamos reaccionar pronto con juego y resultados. El partido es importante y tiene el significado de no sólo seguir bien en la ''Champions'', sino también de cambiar la actitud y el espíritu de este momento», aseguró ayer Carlo Ancelotti. Sus palabras eran anteriores al último entrenamiento del equipo en Valdebebas. En dos rondos, se ejercitaban todos, hasta Marcelo. ¿Estaban todos? Por más que se le buscaba, era imposible encontrar a Gareth Bale, que con molestias en el muslo izquierdo, se entrenó en el gimnasio.

Sin suerte, el futbolista galés vuelve a perderse un encuentro. Debutó con el Villarreal, marcó un gol y era feliz, tras una pretemporada más que extraña, en la que no pudo ponerse a punto como otros futbolistas. La alegría le duró hasta el domingo siguiente, poco antes de debutar en un Bernabéu lleno contra el Getafe. Unas molestias en el muslo izquierdo le impidieron jugar. No viajó a Elche, porque el Real Madrid le quería recuperar para el derbi. Entonces sí disputó la segunda parte y corrió toda la banda derecha varias veces, con profundidad. Preguntó a Cristiano Ronaldo si podía lanzar una falta. El resto del partido, cuando tuvo la pelota, demostró la clase de futbolista que puede ser cuando el muslo sea protagonista por tirar fuerte, no por el dolor. «Ha sido una experiencia fantástica–dijo el futbolista al acabar–. Me he sentido bien». Ayer no se sentía tan a gusto.

En el Madrid han querido cuidarle, dosificar sus apariciones, pero el muslo izquierdo le está dando más problemas de lo esperado. Hoy tenía que ser el día para que Bale, junto con sus compañeros, cambiara la sensación agridulce que existe en el Bernabéu, Al menos, por su parte, no podrá ser. La presión recae en otros. «Hay que ser consciente de lo exigente que es nuestra afición. A todos nos gusta ganar y es positivo que te exija, eso es señal de que confían en el equipo. Hay que intentar volver a ilusionar a nuestra afición», explicó ayer Ramos. El lunes se reunieron los jugadores y el entrenador en el vestuario por la mañana; y el presidente y el entrenador por la noche, en un restaurante. Todos están de acuerdo en que tienen que estar confiados: «Es una de las plantillas más fuertes que he tenido y tiene que jugar mejor, pero es mi problema y voy a arreglarlo», continuó ayer Ancelotti, que volvió a explicar una de las razones del mal juego del equipo: «No está jugando bien porque hemos cambiado muchas cosas. En este momento, la posesión no es natural, hemos perdido el equilibrio y somos más vulnerables en defensa. Necesitamos más tiempo para pensar y proponer una jugada eficaz. Podemos hacer más. La recuperación del balón no es buena ahora y es difícil así buscar una solución ofensiva eficaz».

Real Madrid: Casillas; Carvajal, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao; Illarramendi, Modric, Bale, Ronaldo; Isco y Benzema.Copenhague: Wiland; Jacobsen, Mellberg, Sigurdsson, Bengtsson; Bolaños o Gislakson, Claudemir, Delaney, Braaten; Jørgensen y Adi.Árbitro: Matej Jug (Esl).Estadio: S. Bernabéu (20:45 / C+ Liga de Campeones).