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Resto de equipos

Los otros también juegan

Sevilla y Villarreal, con entrenadores y plantillas solventes, aparecen como alternativa a los tres grandes

El jugador argentino Erik Lamela durante su presentación como futbolista del Sevilla. EFE/ Raúl Caro.
El jugador argentino Erik Lamela durante su presentación como futbolista del Sevilla. EFE/ Raúl Caro.Raúl CaroEFE

El título del Atlético sirvió de inspiración y la final olímpica ha sido la confirmación para los diecisiete participantes no multimillonarios de la Liga: los dos mastodontes del fútbol español no eran invencibles, como demostraron la pasada temporada el Cholo y su tropa, y ahora lo son mucho menos en vista del nivel de sus refuerzos de lance para el centro de la defensa, de modo que quitémonos las caretas. Sevilla y Villarreal, reyes de la Europa League, los pujantes equipos vascos, el Betis del sabio Pellegrini, el Valencia si hubiese alguien al mando, el retornado Espanyol y todos los demás no tienen nada que temer.

Quizá, desde los púlpitos donde sólo hay focos para dos equipos y medio, los otros diecisiete participantes de la Liga parezcan componer un engrudo uniforme, una claque de comparsas indistinguibles, una unidad de destino en la mediocridad donde vale tanto el cuarto como el vigésimo; o, mejor, valen según su adversario de turno. El vigésimo merecerá todas las atenciones cuando se enfrente con uno de los tres primeros, víctima propiciatoria con el ruego de no rebelarse, y el duelo del cuarto contra el quinto merecerá idéntica atención que la pachanga del recreo. Se trata, sin embargo, de diecisiete entidades autónomas subdivididas a su vez en varios grupos.

Postulantes

Por su trayectoria, más prolongada o más reciente, y por su presencia en la Liga de Campeones, el Sevilla y el Villarreal se esfuerzan por poner en su mirada más ambición en engancharse al trío cabecero que recelo en contener a sus perseguidores. La temporada pondrá a cada cual en su sitio, pero Unai Emery y Julen Lopetegui –los dos últimos ganadores de la Liga Europa– manejan sendos planteles solventes respaldados por clubes gestionados con coherencia. En La Cerámica y en el Pizjuán se cuentan los billetes antes de embarcarse a fichar, se procura mantener a los buenos o venderlos cuando no hay más remedio y se reinvierte parte de lo ingresado en un Lamela o un Boulaye Dia que seguramente darán que hablar.

Europa, Europa

La victoria del Villarreal sobre el United en Gdansk, precisamente, dejó al fútbol español sin representación en el estreno de la Conference League, el nuevo torneo continental parido por UEFA. Lo normal, sin embargo, es que haya tres plazas para equipos españoles, más allá de las cuatro de Champions, con nueve aspirantes cuyo objetivo inexcusable es jugar allende los Pirineos: los cinco mencionados, los dos representantes en la próxima Europa League, Betis y Real Sociedad, más dos clubes cuyo pedigrí los obliga a una vocación internacional: Athletic y Valencia. En este grupo, crisis obliga, la norma es el continuismo excepto en Mestalla, donde la llegada de José Bordalás y sus aires guerreros debenser el shock que reanime a una entidad mortecina, sin más rumbo que el despeñadero desde que lo tomó Peter Lim.

Si todo sale bien...

La clase media de la Liga la encarnan cinco equipos a los que una buena temporada los propulsa hacia Europa, pero una campaña regular los puede mandar a Segunda, como atestigua ese Espanyol tan ambicioso (y europeo) hace dos años que acaba de regresar del infierno. El saber hacer de Vicente Moreno y los goles de RDT y Puado deberían bastarle para no pasar apuros, del mismo modo que Celta y Levante, en manos respectivamente del Chacho Coudet y Paco López –con Iago Aspas y el Comandante Morales de mascarones de proa–, tienen la garantía de entrenadores contrastados, asentados en el club y conscientes del proyecto que manejan.

Así vivieron la temporada pasada Granada y Getafe con los emigrados Bordalás y Diego Martínez, dos técnicos que condujeron hasta Europa a planteles no necesariamente construidos para ello. Los blanquirrojos, cuartofinalistas en su primera participación continental, han repatriado al exseleccionador Robert Moreno. Un salto mortal sin red parecido es el que afrontan los azulinos con Míchel, un técnico con mejor fama que resultados y a quien Ángel Torres hará sufrir hasta el segundo anterior al cierre del mercado con sus audaces compraventas: ahí está la apuesta de Vitolo, pero ojo con la venta de Cucurella.

Huir de la quema

Los últimos seis contendientes por repasar firmarían ya figurar en este mismo párrafo dentro de un año, aun a costa de padecimientos indecibles. Los otros dos recién ascendidos junto al Espanyol, Mallorca y Rayo, intentarán que sigan primando los éxitos deportivos sobre los terremotos sociales que los sacuden. Cádiz y Osasuna, permanecidos sin apuros la pasada campaña, son a la vez el espejo y el enemigo a batir de ambos. Alavés y Elche pedirán a la nueva temporada un poco de calma, unos puntos de margen que no obliguen a terminar la Liga con el corazón en la boca.