Restringido

Primero dos «9», al final ninguno

La Razón
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Se había manejado el Cholo Simeone la pasada semana con la justificada euforia de la eliminación copera del Real Madrid, sí, pero también con cierto tufillo de enfado hacia las críticas acerca del perfil excesivamente defensivo de su equipo. Simeone se quedó con la copla, así que decidió dar una vuelta de tuerca al ataque rojiblanco colocando arriba, juntos ¿y revueltos? a Mandzukic y Torres, aclamado en el Calderón tras sus dos goles en el Bernabéu...

- Recurso puntual

El rival, un Granada en crisis y con entrenador interino tras la destitución del «sevillista» Caparrós, se prestaba a experimentos ofensivos y no con gaseosa. Así que todos los ojos puestos en cómo se entenderían los dos arietes, las dos «torres» atacantes del Cholo. Bueno, pues la primera probeta, así, así. El croata como «9» real; el «Niño», unos metros por detrás y con libertad de movimientos para alterar a los centrales con sus desmarques. De hecho, curioso el primer gol, un centro de Torres y penalti que le hacen no a Mandzukic, pero sí al central Godín. Me da que los dos «9» juntos serán recurso puntual ante enemigos facilones o cuando el partido se ponga cuesta arriba.

- ‘Rey Griezmann por Torre Niño’

Sí hubo algo de fútbol fluido en la circulación de salida de Mario, que anda muy bien, y por la banda derecha, con Arda en el callejón del «8» abriéndose hacia dentro, y pasillo libre, la «banda ciega» que dicen los técnicos, para Juanfran, incansable. Simeone movió piezas («Rey Griezmann» por «Torre Niño») y el francés tuvo minutos para dejar detalles de su talento. Dado que el Atlético no cerraba el partido, Simeone lo hizo con Raúl García, que nunca falla ante el gol. Conclusión: ganó con justicia otro partido un Atlético que empezó con dos arietes y acabó sin ninguno.