¡Que viene Laporta!

Joan Laporta confirmó ayer a través de un vídeo-comunicado en Twitter su candidatura a la presidencia del Barcelona. «Como ya sabéis, me presento a las elecciones del Barça. Me siento más preparado que nunca para presidir el club. Para mí el Barça es más que un club, y más que un club es una declaración de principios, un modelo basado en Cruyff, Masía, Cataluña y Unicef». Un club multideportivo y una organización profesional que haga que el modelo funcione», afirmaba. Después agradecía el apoyo del barcelonismo en estos años y les pedía apoyo en la «hora de la verdad» para hacer del «Barcelona un club de todos».

El «huracán Laporta» está de vuelta con lo bueno y lo malo del, para muchos, mejor directivo en la historia del club azulgrana. Una gran parte de los socios le está esperando y, aunque haya sido el último en anunciar sus intenciones, no va a tardar en colocarse muy arriba en la lista de favoritos. Los títulos de la «era Guardiola» van a pesar más que sus fotografías perdiendo el control en discotecas y cubiertas de yates, fumando enormes puros y derrochando champán. Varias «familias» del barcelonismo, sobre todo aquellas que ven el club al servicio del independentismo, celebran su regreso, mientras el presidente actual tiembla porque teme convertirse en una de las víctimas del «ciclón Joan». Desde la dimisión de Rosell, Bartomeu ha sido visto como un presidente dudoso, no elegido por las urnas. El final de temporada del proyecto de Luis Enrique y el «triplete» le han permitido fotografiarse junto a los trofeos y los capitanes, pero, más allá de esos momentos de gloria, él sabe que con Laporta en la línea de salida le será mucho más difícil convertir en votos esta última temporada.

Jordi Farré, Toni Freixa, Agustí Benedito y Jordi Majó son los otros candidatos para el proceso que terminará el 18 de julio con un nuevo, o el mismo, inquilino del despacho presidencial. Laporta dijo también ayer en su vídeo que tiene más experiencia y, al lado, las personas «cercanas que todos conocéis». Se habla de Enric Masip, icono de la sección de balonmano, como uno de sus hombres fuertes y corre el rumor de que Carles Puyol sería el director deportivo. El ex futbolista abandonó el club tras la destitución de Zubizarreta y ahora podría volver de la mano de Laporta. Joan, de momento, sólo define al antiguo central como un «buen amigo».