Athletic de Bilbao

Kepa detiene al Madrid, que empata contra el Athletic

Momento del partido
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Tuvo el Madrid contra el Athletic una sensación que ya ha tenido varias veces esta temporada en la Liga y que le ha costado no luchar por el campeonato. Esa sensación de que por más que lo intente, por más que ataque, no va a marcar. Entre Kepa, que dejó su huella en un estadio que estuvo a punto de ser suyo, la mala suerte o las malas decisiones, se desgastó el equipo de Zidane, sin éxito hasta que entre Modric y Ronaldo empataron el partido ya al final, cuando el acoso era casi insoportable para el rival. Se quedó cortó el Madrid para las ocasiones que tuvo y seguramente el Athletic pensó que podía haber sacado más de las dos que protagonizó. Una fue gol, la otra por los pelos, en la segunda mitad. El resto del partido fue una quiero y casi no puedo del Madrid, dejándose la vida en un encuentro en el que, en realidad, no le iba nada. Pero es que se convirtió en una cuestión de orgullo y de carácter perseguir el tanto. Lo intentó por las bandas, sobre todo, luego por el centro, cuando ya estaba Isco en el campo, pero no había manera. El Athletic se fue haciendo fuerte según se acercaba el final, se fue atrincherando atrás, fiado de su portero y a punto estuvo de darse la alegría del año, pero el tacón de Ronaldo lo impidió.

Porque a Ziganda casi le salió el choque perfecto, el que no le ha salido en casi ningún momento. Su equipo se ha desnaturalizado esta campaña, pero en el Bernabéu hizo tuvo el día idea durante más de ochenta minutos. Aguantar bien, sin miedo y cazar al Madrid. Lo hizo una vez en la primera parte y a punto estuvo otra en la segunda, pero entre Carvajal y el larguero evitaron otro tanto. El primero no lo evitó nadie: la velocidad de Williams desbarató a la defensa blanca y en la segunda que tuvo el delantero condenó al rival.

Zidane podía plantear un encuentro de rotaciones y descansos, pero la semana que tiene a la espera del Bayern le hizo afrontar el partido con toda la ambición del mundo. Se ha quedado la Liga rara para el actual campeón y más un partido que se juega la noche del miércoles y en Europa. Pero no quiere el entrenador francés despistes y jugó con lo que se podía llamar la otra versión del Madrid. Sin Isco y Casemiro y con Lucas y Asensio es un equipo que encuentra en las bandas soluciones para casi todo. Bueno, contra el Athletic no tanto. Insistía el Madrid sobre todo por la derecha, donde Lucas Vázquez hace una revolución cada partido. Está excelente el canterano blanco, que desordena a cualquiera. Al otro lado, Asensio era más irregular, pero con algún detalle brillante. El problema de ese dibujo es que en el centro del campo a Modric y a Kroos le cuesta vigilar la espalda. Y eso lo aprovechó muy bien el grupo de Ziganda las veces que llegó. Entre Balenziaga y Raúl García buscaban esa zona intermedia desde la que poder dar balones a la velocidad de Williams.

Con el tanto en contra, el partido se convirtió en algo serio para los de Zidane, dispuestos a acabar con dignidad la Liga mientras buscan la leyenda en Europa. El esfuerzo fue fenomenal, desde Carvajal a Modric, que acabó el encuentro en plan mariscal, corriendo como si fuera el único que tenía oxígeno. Le buscó mil vueltas al ataque, pero no encontraba el resultado. Dominó todo el encuentro el Madrid, aunque por la desesperación, se desordenó durante varios minutos de la segunda mitad y el partido se convirtió en ida y vuelta.

Hasta el acoso final, esos minutos interminables para los rivales. Hizo un gol el Madrid y supo a poco. Varios jugadores del Athletic se cayeron al suelo cuando el árbitro pitó final, agotados por el asedio, pero vivos.

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