África

Brasil

Todo es orégano

Nigeria, con mucho físico y plausibles avances técnicos, apretó al rival, disfrutó de alguna ocasión de gol y perdió: España es demasiado

Los jugadores celebran el gol de Torres, «Pichichi» del torneo
Los jugadores celebran el gol de Torres, «Pichichi» del torneolarazon

Después del repaso a Uruguay y del paseo por la Polinesia, España necesitaba un rival de enjundia para preparar la semifinal contra Italia. El público brasileño continuó en su papel antipático, en previsión de una probable final con los españoles, y la Selección, que sufrió contra Nigeria más de lo previsto, solventó la cita con un nuevo triunfo. Venció 0-3 (goles de Alba –2– y Torres) y pudo marcar varios tantos más; también gozaron los africanos de oportunidades, que tampoco cristalizaron. Puede colegirse, por tanto, que hasta ahora, en Brasil, todo el campo es orégano.

Con Valdés en la portería –y van tres porteros– y los diez de Uruguay empezó España a desterrar los fantasmas que le despertó Nigeria en el Mundial de Francia (1998). Aquella ignominiosa derrota a la hora de la siesta figura en el palmarés como uno de los lunares más gordos de lo que entonces era todo furia, pese a la calidad de algunos de sus componentes.

El comienzo de esta película fue el habitual de esta Selección exquisita. Relámpagos de Iniesta que hacía un caño a Ambrose dentro del área y anunciaba el 1-0. No se habían repuesto los nigerianos del susto cuando Jordi Alba se filtró entre cuatro defensas y dejó pasmado a Enyeama. Tres minutos y 0-1. El recital parecía garantizado, las combinaciones se producían a toda velocidad, las vías de penetración en el equipo africano eran un detallazo y el público de Fortaleza, como el de Recife o el de Río, animaba al rival más débil y abucheaba a quienes imagina verdugos el día 30.

La sorpresa

Pero sucedió algo extraordinario después de dos aproximaciones españolas: Nigeria tomó el mando. El equipo que ha formado Keshi, además de juventud derrocha poderío físico y carácter, a lo que añade bastante fundamento. Y descaro. Así discutió el mando a los campeones del mundo y de Europa y Valdés tuvo que intervenir más de lo que preveía. El primer susto lo dio Obi Mikel, luego hubo un penalti a Pedro que el árbitro prefirió obviar y durante demasiados instantes el balón rondó el área española.

España necesita el balón para jugar a lo que sabe, y lo tiene porque lo maneja como nadie; pero si lo pierde, es capaz de recuperarlo en un suspiro... O era. Contra Nigeria lo extraviaba largo tiempo y cuando lo recuperaba, demasiado tarde, no aprovechaba las facilidades que el rival le ofrecía en la espalda. Soldado disfrutó de dos jugadas solo ante el portero y chutó al «muñeco»; Cesc pegó en el poste cuando lo fácil era marcar y Ramos cabeceó contra el portero en lugar de a la red. La cuestión era de espesura, de falta de puntería y de inferioridad física frente a las osadas figuras de ébano nigerianas.

Demasiadas ocasiones generó el campeón de África y demasiados goles perdonó el líder mundial. Aunque el empate era suficiente para entrar primero de grupo en semifinales, lo que demandaba la historia era un triunfo y cruzar la línea inmaculados. Y aunque la segunda parte comenzó con susto –todavía se estará preguntando Musa cómo pudo fallar aquel gol–, al retirarse Cesc con un problema de salud y suplirle Silva, España recuperó el balón; o lo que es lo mismo, el fútbol-control. Frente a eso, el contrario ha de armarse de paciencia y rezar... Las oraciones nigerianas sucumbieron a la realidad, y al acierto de Vicente del Bosque al retirar a Soldado, negado frente a la portería, y situar en su lugar a Torres, quien sólo dos minutos después de pisar el campo cabeceó en plancha el fenomenal centro de Pedro y logró su quinto gol en esta Copa Confederaciones.

Con 0-2, Nigeria no tuvo más remedio que abrirse, cayó a menudo en fuera de juego y volvió a desguarnecerse por la retaguardia. Iniesta lo vio otra vez nítido y Torres no hizo el tercero porque el central metió el pie para desviar a córner. Con este resultado, la España de Vicente del Bosque encadenaba 28 partidos oficiales sin perder. La última derrota ocurrió en el Mundial de Suráfrica, contra Suiza... ¡Y España terminó ganando el campeonato!

Del Bosque hizo el tercer cambio, Villa por Pedro, y Nigeria (Gambo) volvió a fallar otra ocasión pintiparada, a pesar de la excelente actuación de Ramos, el mejor de la defensa, aunque sus compañeros no desentonaron. A los nigerianos hay que valorarlos positivamente, plantearon problemas, y entre los españoles hay que destacar su estilo imperecedero, su ambición y... los goles de Jordi Alba, el 0-1 en el minuto 3 y el 0-3, en el 88. Físicamente no desentona con los nigerianos.

- Ficha técnica:

3 - España: Víctor Valdés; Arbeloa, Sergio Ramos, Piqué, Jordi Alba; Busquets, Xavi; Iniesta, Cesc (Silva, m.54), Pedro (Villa, m.75); y Soldado (Fernando Torres, m.60).

0 - Nigeria: Vincent Enyeama; Efe Ambrose, Kenneth Omeruo (Egwuekwe, m.12), Godfrey Oboabona, Uwa Echiejile; Ogude, Obi Mikel, Sunday Mba (John Igu, m.63); Ideye, Ahmed Musa y Akpala (Muhammad, m.71).

Goles: 1-0, m.3: Jordi Alba. 2-0, m.62: Torres. 3-0, m.89: Jordi Alba.

Árbitro: Joel Aguilar (El Salvador).

Incidencias: partido de la tercera y última jornada del Grupo B de la Copa Confederaciones disputado en el estadio Castelão ante unos 44.000 espectadores.