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Un Milán abonado a equipos españoles y con Bojan, de nuevo contra el Barça

El Milán no consigue pasar del séptimo puesto en la tabla, con 27 puntos, a 7 de distancia de su eterno rival, el Inter, que es segundo, y a 14 del líder, el Juventus de Turín.

La Razón
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Aún convaleciente de la pesadilla que supuso en la fase de grupos el Málaga, el Milán vuelve a verse las caras con un equipo de España en octavos de final de la Liga de Campeones, en este caso el Barcelona, un viejo conocido, sobre todo, para el "rossonero"español Bojan Krkic.

El sorteo celebrado este jueves y su segunda posición dentro de un Grupo C liderado por el Málaga, quiso que el equipo del italiano Massimiliano Allegri vuelva a enfrentarse al temible Barcelona, quizá con una posición menos favorable que en los cuartos de final de la pasada edición de la Liga de Campeones, cuando el club catalán les pasó por encima.

Si entonces llegaba al enfrentamiento en los puestos altos de la clasificación de la Liga italiana y conseguía empatar con el Barcelona a 0 en Milán, aunque perdía por 3 a 1 en la vuelta, la situación ahora es bien distinta, con un equipo "rossonero"que intenta recuperarse de un comienzo de temporada muy irregular que ha llevado a poner a Allegri en la cuerda floja.

A pesar de una ligera mejoría en los resultados en la Primera División (Serie A) de la Liga italiana, el Milán no consigue pasar del séptimo puesto en la tabla, con 27 puntos, a 7 de distancia de su eterno rival, el Inter, que es segundo, y a 14 del líder, el Juventus de Turín.

Ya sea por la salida de importantes figuras del equipo o por una temporada en la que no termina de encontrar el juego que le hizo campeón de Liga hace dos temporadas y rozarlo en la pasada, el equipo "rossonero"parece ser un rival "a priori"asequible para un Barcelona omnipotente en el campeonato español.

Lo fue, de hecho, para el Málaga en la fase de grupos de la Liga de Campeones este año, pues el equipo andaluz se impuso en casa por 1-0 a los hombres de Allegri y sacó un importantísimo empate a 1 en el Estadio Giuseppe Meazza (San Siro), que le valió su histórica clasificación a octavos de final.

A pesar de un rumbo un tanto errático, el Milán consiguió clasificarse en segundo lugar en el Grupo C gracias a la victoria por 1-3 lograda ante el Anderlecht el pasado noviembre y a pesar de la derrota por 1 a 0 cosechada el 4 de diciembre en su último partido de la fase de grupos ante el Zenit de San Petersburgo.

Con la marcha de Zlatan Ibrahimovic, Thiago Silva y Antonio Cassano, el Milán tiene esta temporada como hombre fuerte a un joven delantero de 20 años, italiano de ascendencia egipcia, Stephan El Shaarawy, más conocido como el "faraón"en una Italia que cuenta también con él como gran valedor de la selección absoluta.

El Shaarawy, que está siendo determinante también en la Liga italiana, comenzó esta temporada de la máxima competición europea de clubes como suplente ante el Anderlecht en septiembre, para ganarse ya el puesto de titular en el siguiente partido ante el Zenit.

En ese partido, el jugador italiano, que ha pasado por el Génova y el Padua y que llegó al equipo "rossonero"en 2011, se convirtió en el futbolista más joven en marcar con el Milán en la Liga de Campeones, al hacerlo con solo 19 años y 342 días.

Pero más allá de El Shaarawy, los ojos en este enfrentamiento con el Barcelona estarán puestos en Bojan, ya no solo por la buena actuación que está llevando a cabo en esta primera temporada con el Milán, sino, sobre todo, por su pasado como azulgrana, equipo del que se vio obligado a salir rumbo a Roma por sus diferencias con el exentrenador del equipo Pep Guardiola.

Después de una temporada en el Roma del técnico español Luis Enrique Martínez, Bojan fue cedido este verano al Milán. Debutó el 1 de septiembre con victoria liguera ante el Bolonia (3-1) y marcó su primer tanto "rossonero"en noviembre ante el Chievo (5-1).

Bojan está siendo también clave para el Milán en Liga de Campeones, con una actuación relevante en el partido de vuelta contra el Málaga, en un empate muy importante para las aspiraciones de un club que persigue su octava corona en la máxima competición europea en uno de los peores momentos de los últimos años.