Un partido peligroso

Madrid- La selección española voló ayer a Ecuador para comenzar una temporada que en buena lógica debe acabar con el equipo de Del Bosque clasificado para el Mundial de Brasil que se disputa el año que viene. «La Roja» lidera el Grupo I, un punto por encima de Francia, y le queda jugar contra Finlandia fuera y recibir después a Georgia y Bielorrusia. Eso será a partir de septiembre. Mañana toca el ya clásico amistoso del equipo al otro lado del «charco» a principios de agosto, que tan mal se le suele dar al equipo nacional. Los futbolistas están poco rodados y tienen que recorrer 9.000 kilómetros para jugar al día siguiente y volver justo cuando acabe. Y encima la Liga comienza dos días después. Una paliza que, además, se encuentra con dos motivaciones bien distintas. La de Ecuador sólo hay que verla en los anuncios que hacen en las televisiones. «Es el partido del siglo», dicen. En el país suramericano están enloquecidos a la espera del duelo. Ganar a la campeona del mundo da caché. Las aspiraciones de España pasan por defender la estrella que hay en el pecho de su camiseta con la mayor dignidad posible. Esta vez algunos jugadores tendrán un plus, porque Del Bosque ha decidido dar descanso a varios de los veteranos (algunos otros faltan por lesión) y se ha llevado a un grupo de jóvenes, campeones de Europa Sub'21 el pasado mes de junio, que tienen mucho que demostrar con los «mayores» para ponérselo difícil al seleccionador. Tello, Koke e Íñigo Martínez son debutantes e Isco y Thiago aspiran a convertirse en habituales. La Federación, de paso, recaudará unos dos millones de euros.

Precisamente la falta de motivación ha llevado a España a no pasarlo bien en ese primer partido del curso que tanto molesta a los clubes por la cercanía del comienzo de la Liga y que la FIFA se está planteando suprimir del calendario. El año pasado, tras la Eurocopa, ganó a Puerto Rico por un ajustado (1-2). En 2011, la Selección perdió el amistoso contra Italia (2-1) y en 2010, tras el Mundial de Suráfrica, empató con México (1-1) para, cuatro días después, sufrir una sonrojante derrota contra Argentina (4-1). Al menos los chicos de Del Bosque jugarán en Guayaquil, a nivel del mar, y no en Quito, donde suele hacerlo la selección ecuatoriana, a 2.800 metros de altitud.