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Un punto y un puñado de dudas
No fue el Milan el equipo temeroso que había anunciado Allegri, su técnico, y no fue el Barcelona el equipo fluido que menea a los rivales con la pelota y que utiliza además el balón para defenderse. Al ser la fase grupos y haber margen de error, el conjunto italiano se permitió ser un poco más valiente y buscar al Barcelona un poco arriba. Sorprendió a los azulgrana, totalmente fuera del encuentro durante 25 minutos, algo mejor después, pero irregulares de principio a fin. Sacó el Barça un empate en San Siro, un buen botín que sin embargo deja un buen puñado de dudas para el clásico que se avecina el próximo sábado. Martino tendrá que lidiar con los primeros problemas, con las malas sensaciones, justo ante la visita del gran rival. El Barça ha pasado de un gran partido con un mal resultado ante Osasuna a un resultado que le sirve en un encuentro en el que sí se vio un retroceso en el juego.
Sin ideas, sin chispa, sin velocidad, el Barça arrancó como no se le recuerda. Estático y previsible como nunca, sus acciones no llegaban a nada y el Milan aprovechó un error de Mascherano para abrir brecha. El central argentino se lió a la hora de despejar un balón y permitió que Robinho y Kaká hicieran un dos contra dos con él y Piqué, como si fuera un partido de baloncesto, y los superaran con facilidad. Centró Kaká finalmente y remató a placer Robinho para llevar el desconcierto al equipo español.
Puede que al Milan le quede más nombre que otra cosa, lo mismo que a Kaká, pero quien tuvo, retuvo. El ex madridista fue una de los mejores del primer tiempo, aprovechando los espacios que dejaba la defensa del Barça. Después terminó fundido. Los chicos de Martino no carburaban, sobre todo en el medio, en la sala de máquinas, donde todo se forja. Xavi estaba un poco más inspirado y buscaba romper el tiqui-taca con cambios de juego en busca de Alves. A Iniesta le costaba más y Messi todavía no está en su mejor forma. Tampoco Neymar ofrecía su repertorio de regates y desbordes y el Barça era un equipo totalmente plano. Puso el Tata en el campo a su pareja más lustrosa y no le resultó.
Pero la animosidad del Milan le costó el empate. Iniesta robó una pelota en una de las salidas de los italianos y cogió a su rival desprevenido. El cazador fue cazado. Andrés se la dio a Messi, que estaba solo y aunque tardó en rematar y permitió que llegara la caballería milanesa, lo hizo pegado al palo y marcó. El tanto calmó al Barça, que empezó a reconocerse, aunque casi nunca tuvo la continuidad en el juego de otras veces. Fue un equipo más pegador que dominador hasta el descanso, de acciones aisladas más que elaboradas, aunque bien pudo marcharse a los vestuarios con ventaja si el remate de Neymar hubiera ido unos centímetros más a la izquierda o si Alexis hubiera rematado más fuerte un centro de Xavi.
Trató el Barcelona de ser más ortodoxo a la vuelta de los vestuarios. Con poco, había tenido más oportunidades que su rival, pero el azulgrana es un grupo que necesita amasar las jugadas y tener mucho la pelota para sentirse el rey de la fiesta. Le siguió faltando velocidad y permitía al Milan replegarse. Los italianos combinaron la defensa cerrada con algunas salidas a buscar al rival arriba. Tuvo más balón el Barça pero siguió concediendo atrás y nunca se encontró cómodo. El Milan rozó el gol con dos contragolpes que Robinho y Muntari no supieron resolver, este último cuando apenas le quedaban diez minutos al encuentro.
Neymar continuó desaparecido, lo mismo que Alexis, y Messi participó más, pero sin la frescura y la clarividencia que tiene cuando está a tope. No se encontraron Ney y Leo y el Barça lo notó. Sí conectó el «10» con Adriano, pero lateral falló en el remate, lo mismo que Iniesta, que rompió por el centro, cuando lo tenía todo a favor. La entrada de Cesc y Pedro no cambió nada. El Barcelona necesita recuperar la identidad.
Ficha técnica:
1 - Milan: Amelia; Abate, Zapata, Mexes, Constant; Montolivo, De Jong, Muntari; Birsa (Poli, m.80); Kaká (Emanuelson, m.71) y Robinho (Balotelli, m.65).
1 - Barcelona: Víctor Valdés; Alves, Piqué, Mascherano, Adriano; Busquets, Xavi, Iniesta, Alexis (Cesc, m.74), Messi y Neymar (m.80).
Goles: 1-0, m.9: Robinho. 1-1, m.23: Messi.
Árbitro: Felix Brych (ALE). Mostró cartulina amarilla a Alexis (m.33), Montolivo (m.41), Muntari (m.79) y a Cesc (m.81).
Incidencias: Asistieron al encuentro unos 75.000 espectadores en partido de la tercera jornada de la primera fase de la Liga de Campeones, grupo H, disputado en el estadio Giuseppe Meazza.
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