Santiago de Chile
Una carrera internacional consolidada bajo los palos de Anoeta
La Real Sociedad se despide del portero Claudio Bravo después de 8 años bajo los palos de Anoeta, en los que el meta chileno ha consolidado una carrera que le ha llevado a capitanear la selección de su país, que dirimirá con Brasil su continuidad en Mundial en octavos de final.
La confirmación del traspaso al Barcelona del guardameta de la Real Sociedad supondrá para los donostiarras la despedida de uno de sus extranjeros más rentables tanto a nivel deportivo como económico.
El dinero que ingresará el club donostiarra sólo se verá superado por el que llegó procedente de la venta de Darko Kovacevic, Xabi Alonso y Asier Illarramendi y la impronta del portero de la selección chilena perdurará en la capital guipuzcoana por mucho tiempo.
Claudio Bravo (Santiago de Chile, 1983), un guardameta ágil y rápido bajo los palos y que exhibe uno de los mejores juegos de pie de del fútbol europeo, llegó a San Sebastián en la temporada 2006/07, la del descenso a Segunda División.
El exjugador del Barcelona y la Real Sociedad José María Bakero, que entrenaba entonces al equipo, se fijó en el joven y prometedor portero del Colo Colo, el equipo chileno en el que jugaba desde 2002 para reforzar la portería de la Real tras un periodo de inestabilidad en el puesto.
El exdelantero del Barcelona fue el responsable de traer a la Real al tercer guardameta no nacido en Euskadi en sus más de cien años de historia y Bravo correspondió a su confianza con un crecimiento sostenido, acorde al desarrollado por el propio equipo tras el trauma del descenso a la Segunda División, en el que permaneció tres años.
El primer año en la categoría de plata fue el más duro para Bravo de toda su trayectoria, ya que el club le buscaba un destino acorde a su etiqueta internacional y no jugó ningún partido para dejar paso al joven Asier Riesgo, titular en al primera campaña de la travesía por el desierto.
En la temporada siguiente recuperó la titularidad y demostró su valía, reconocida con la concesión del trofeo al mejor portero exaequo con el guardameta del Rayo Vallecano David Cobeño.
El año del ascenso a la máxima categoría (temporada 2009/10) Bravo fue uno de los mejores futbolistas del equipo, al que no pudo ayudar en el tramo final debido a que fue convocado con Chile para disputar el Mundial de Sudáfrica.
De esa temporada se recuerda el gol que marcó de falta directa al Nastic de Tarragona, único en su carrera profesional, que evidenciaba el poder y la precisión de su pegada, que parece haber sido determinante para que el Barcelona se haya fijado en él para sustituir a Valdés.
La rentabilidad para la Real ha sido también económica porque ha multiplicado casi por diez el millón largo de euros que costó a los guipuzcoanos ficharle del Colo Colo, el histórico equipo chileno en el que despuntó el ya guardameta blaugrana.
Curiosamente, el portero sudamericano ha tenido sus peores tardes contra los grandes equipos y han sido habituales las goleadas en campo ajeno ante Real Madrid o el Barcelona. Su nuevo equipo, en concreto, le ha metido 9 goles en las dos últimas temporadas.
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