Bayern Munich

Xabi amplía horizontes

Con Alonso, la transición larga al ataque ya no la hacen los defensas

Xabi Alonso felicita a Cristiano Ronaldo tras uno de los goles contra la Real Sociedad
Xabi Alonso felicita a Cristiano Ronaldo tras uno de los goles contra la Real Sociedadlarazon

Madrid- Hubo una jugada en el encuentro ante la Real en la que Arbeloa, desesperado en la banda izquierda, pedía la pelota a Xabi Alonso. El defensa estaba en la zona de ataque y el centrocampista, en el otro lado del campo. Arbeloa agitaba las manos, gritaba, estaba solo y confiaba en el golpeo en largo de su compañero. Xabi Alonso dio un pase corto a un futbolista que tenía más cerca y con las manos le pidió calma a su amigo a lo lejos. Era hora de calmar el partido. Se había acabado el despliegue de pases con los que Xabi destrozó a la Real en los dos primeros goles blancos. Sólo fueron siete los balones largos que dio el 14 del Madrid, aunque parecieron más porque fueron decisivos. Después, cuando salió, Illarra no dio ninguno.

El joven fichaje madridista aporta sentido táctico y serenidad al juego del Real Madrid, pero no le da la profundidad al juego que sí le aporta el veterano. «Illarramendi también es importante, aunque no juega largo ni rápido como Xabi, pero como mediocentro es muy bueno porque tiene una habilidad táctica y es una ayuda importante al principio del juego. Illarramendi mejorará el pase en largo entrenándose con un maestro como Xabi Alonso», había asegurado Ancelotti el día antes del partido.

Llegó Xabi Alonso, se acercó a los defensas, casi se situó en línea con ellos, les pidió el balón, levantó la cabeza y el balón voló hacia el área contraria. Esta vez con sentido. El Madrid no ha dejado de jugar balones largos cuando ha faltado el futbolista vasco, pero no lo hacía con la intención de Xabi. Eran Pepe y sobre todo Ramos quienes más probaban a sacar la pelota desde la defensa hacia los delanteros. Ambos tienen una media de 22 metros en sus pases. La misma que Xabi Alonso, en los tres partidos de Liga que ha disputado, mientras que el resto de los centrocampistas se queda detrás de los defensas y del 14. Con su incorporación al equipo titular, los centrales ya no tienen tanta necesidad de superar la presión rival con un pelotazo. Xabi se acerca a ellos y les pide el balón. Entonces, Benzema, Bale y Ronaldo, o los laterales, como Arbeloa, se movilizan y se desmarcan hacia la portería contraria. Saben que el balón va a llegar, que el Madrid ahora tiene nuevos horizontes.