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Zubizarreta, fulminado...y Puyol dimite por Facebook

Carles Puyol y Andoni Zubizarreta, en una imagen de archivo
Carles Puyol y Andoni Zubizarreta, en una imagen de archivolarazon

Bartomeu le destituye un día después de que el director deportivo señalara al presidente como responsable de la sanción de la FIFA

Año nuevo, terremoto nuevo, o viejo, según se mire, aunque esta vez con consecuencias importantes. La crisis institucional acaba nunca en el Barcelona. Josep Maria Bartomeu decidió ayer destituir a Andoni Zubizarreta, que llevaba bastante tiempo en la diana. La pequeña nota que emitió el club lo dice muy claro: «El presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, ha decidido rescindir el contrato del hasta hoy director de fútbol del Club». Ese primer párrafo indica que la decisión es unilateral de Bartomeu, y el detonante final han sido unas declaraciones de Zubizarreta a los micrófonos de Canal +.

El director deportivo, marcado en las últimas fechas por la política de fichajes, también estaba señalado por la sanción de la FIFA al Barça por irregularidades en la contratación de menores, que impedirá al club poder fichar hasta enero de 2016. El ex portero, en voz baja, como suele hablar, sin aspavientos, fue muy claro al ser preguntado por el asunto, después de la derrota contra la Real Sociedad en Anoeta: «Asumo mi responsabilidad», dijo. «Bartomeu es quien mejor conoce la situación del club, ya era vicepresidente deportivo en aquella época», apuntó también. Por tanto, señaló a su «jefe» como uno de los responsables de la situación.

Después aseguró que su cargo estaba a disposición del club y el presidente le tomó la palabra. Su respuesta ha sido fulminante: «cargarse» a Zubi, aunque ello no contribuya a llevar la paz a una entidad que vive un continuo terremoto desde el año pasado. Desde que estalló el caso Neymar, los problemas extradeportivos se han ido acumulando: el fichaje del brasileño está en los juzgados, la otra estrella, Messi, también tiene problemas con Hacienda y está a un paso de sentarse en el banquillo y el remate fue la sanción de la FIFA. Los problemas con el fichaje de «Ney» llevaron a Sandro Rosell a dimitir y su lugar lo ocupó Josep Maria Bartomeu, legitimado por los estatutos del club, pero para muchos no moralmente. Su intención está lejos de convocar elecciones, pese al nuevo movimiento de tierras que se vive en la Ciudad Condal. Todo esto ha venido acompañado por la ausencia de títulos, que siempre suelen tapar lo que sucede en los despachos.

La labor de Zubizarreta ha sido muy criticada de un tiempo a esta parte. Llegó en 2010 de la mano de Rosell y en los primeros años hizo algunos fichajes interesantes como el de Mascherano (ese mismo año llegó Villa, pero era herencia de Joan Laporta) o Cesc, aunque este último no llegara a triunfar. Con Zubi en la dirección deportiva y Rosell en el «trono» ganó el Barcelona la «Champions» de 2011 de forma brillante. También estaba Guardiola en el banquillo y su marcha fue la primera crisis que tuvo que capear el ex guardameta. Apostó por Tito Vilanova como sustituto y ganó la Liga con el récord de 100 puntos, pero el técnico tuvo que dejar el puesto por una desgraciada enfermedad que finalmente le costó la vida.

La caída ha sido constante. Zubi amagó con una primera dimisión cuando Rosell quiso hacer cambios en la dirección deportiva, en 2013, y prescindir de sus colaboradores, Albert Valentín y Narcís Julià. Se superó ese bache, pero el año pasado llegó otro, con la sanción de la FIFA. Según TV3, el ex portero presentó la dimisión a Bartomeu, que no fue aceptada. Pero lo que más le ha marcado ha sido la búsqueda de un central que no se «solucionó» hasta este año. Los cursos anteriores, Puyol y Piqué estaban sin sustitutos, salvo Bartra o Mascherano, que tuvo que cambiar su posición para cubrir ese hueco. Este verano, con récord histórico del club en gasto de fichajes (157 millones), llegaron Mathieu y Vermaelen. Al primero se le criticó por su edad y el precio que había costado (31 años, 20 millones) y al segundo por llegar lesionado. «Es un jugador de rendimiento inmediato», dijo Zubi en la presentación del belga, algo que le perseguirá siempre, porque todavía no ha debutado este año, le han tenido que operar y es posible que se pierda toda la temporada. Dice el refrán que uno es esclavo de sus palabras y dueño de su silencio. También se criticó la marcha de Thiago, sustituto natural de Xavi, en el verano de 2013. De Douglas, mejor ni hablar.

Zubi ya no está y la figura del entrenador también queda tocada en ese sentido, porque era su principal valedor.

Puyol dimite

Poco después de que el club anunciara la destitución de Zubizarreta, Carles Puyol, ayudante del director deportivo desde hace apenas cuatro meses, anunció en Facebook su dimisión. El ex jugador parecía el hombre señalado desde fuera como sustituto de Zubi. Fue un jugador extraordinario y posiblemente el mejor capitán de la historia del club, pero eso no es garantía de éxito en los despachos. Así lo entendía él también. Se sacó el título de director deportivo hace apenas un mes. No faltó a ninguna de las clases que se impartían en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, en las que mostraba mucho interés, pero él solía decir que estaba adaptándose a los despachos. Se siente todavía en proceso de formación, consciente de que ser director deportivo no es simplemente fichar, es un oficio con mucho que aprender. Su hora no ha llegado y en un acto ejemplarizante, se va cuando su «jefe» ya no está. «Quiero experimentar otras cosas», dice Puyol en su texto de despedida.