Giro de Italia
Giro de Italia: El gran reto de Landa
Se presenta como líder único del Movistar en el Giro, que arranca hoy. Es su ocasión de demostrar que es el ciclista que se esperaba.
Se presenta como líder único del Movistar en el Giro, que arranca hoy. Es su ocasión de demostrar que es el ciclista que se esperaba.
El Giro acaba como empieza, con una contrarreloj. Y eso es lo que pretende Tom Dumoulin, que todo termine igual que comienza. Porque el holandés será el primer corredor en tomar la salida hoy en la etapa contra el crono que discurre por las calles de Bolonia. Ocho kilómetros que favorecen al holandés para empezar vestido de rosa. Es la única grande que ha ganado y las tres contrarrelojes que presenta el recorrido le favorecen.
Pero hay otras maneras de buscar que todo termine igual que empieza. Por ejemplo, la que busca Mikel Landa. El ciclista de Movistar parte con el dorsal número «1», el que la organización había reservado para Alejandro Valverde como homenaje a su trayectoria y al maillot arcoíris que luce esta temporada. Pero la caída que sufrió el murciano cuando se entrenaba para la Lieja-Bastoña-Lieja le impidió ya competir en una de sus clásicas favoritas y le ha impedido tomar la salida en el Giro a pesar de la ilusión que le hacía competir en la carrera italiana. A su edad y con los objetivos cumplidos, Alejandro ya busca nuevos retos, carreras que le motiven y el Giro era una de ellas. Fue tercero en su única participación y siempre ha deseado volver.
«Llevar el número 1 me hace ilusión y espero que me acompañe y me traiga suerte, pero presión no me supone», explica Mikel Landa. El alavés se hizo un sitio en la élite en aquel Giro de 2015 que ganó Contador –su última victoria en una grande–, cuando lo frenaron para que ayudara a Fabio Aru, aunque el italiano sólo pudo ser segundo. «El Giro es especial. Me gusta, es la carrera donde exploté como el corredor que soy ahora y estoy contento de volver», decía Mikel el pasado miércoles durante la presentación de la cobertura de Eurosport, que emitirá de manera íntegra todas las etapas.
Landa echará de menos a Valverde –dentro y fuera de la carrera–, pero a cambio tendrá el liderato absoluto del equipo, como a él le gusta. «Hasta ahora hemos dependido mucho de Alejandro, No se le puede pedir más y por la mala suerte de las Ardenas no podemos disfrutar de él», reconoce Mikel. El objetivo del ciclista español es llegar con opciones a la tercera semana, donde se concentran la etapas decisivas de montaña. Aunque el Giro ya empezará a decidirse desde el fin de semana anterior, con la contrarreloj larga, que no es lo que más le favorece. Pero Mikel ha entrenado durante este invierno para acortar distancias con los grandes especialistas, como Dumoulin.
El holandés no será el único gran rival. Una caída ha eliminado a la gran esperanza del ciclismo colombiano, Egan Bernal, que estaba destinado a liderar el grupo del Ineos, el antiguo Sky. Pero estará su compatriota Miguel Ángel López, Supermán, decidido a atacar su primera grande. Y Simon Yates, el ganador de la Vuelta, que ha renunciado al Tour para centrarse en el Giro, la carrera que el año pasado se le escapó en los últimos tres días después de exhibirse en las tres semanas anteriores. Y Primoz Roglic. Y Nibali, siempre Nibali.
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