Justin Thomas, un invitado inesperado convertido en protagonista

Utilizando el drive y el putter como principales armas, así como la tranquilidad cuando el comienzo no fue excesivamente bueno (dos bogeys en los tres primeros), Justin Thomas se colaba en una fiesta bien preparada para Hideki Matsuyama, bien para Kevin Kisner. El invitado se volvió anfitrión y auténtico protagonista.

Una gesta que le ha convertido en el primer jugador de menos de 25 años en hacer del PGA Championship su primer Major en los últimos 82 años, todo un logro que sumar a su corta pero prolífica carrera.

Como decimos, cedieron rápidamente Kisner (74 golpes) y Matsuyama (72), dejando el camino libre para el resto y el primero que lo aprovechó fue Francesco Molinari, colocándose en lo más alto con una gran vuelta de 67 (seis birdies y dos bogeys), pero entonces llegó el huracán Thomas. Con el mono de trabajo, su drive echaba fuego cazando calles y greenes, dejando el golpe final a un putter con el que anduvo prodigioso, consiguiendo seis birdies por tan solo tres bogeys y mostrando un gran acierto.

Tras ganar allá por octubre el CIMB Classic y a principios de año el SBS Tournament of Champions y el Sony Open de Hawai, ahora le tocaba hincar el diente a una presa mayor, un trofeo más importante, y lo ha conseguido, uniéndose al joven club en el que, con menos de 25 años, han cosechado este título, y que está integrado por Tiger Woods, Jack Nicklaus y Rory McIlroy, tres pesos pesados.

Y tras él, una terna de aspirantes que lo intentó con mayor o menor fortuna pero que se quedó a las puertas. Hablamos de

Louis Oosthuizen, segundo empatado, Rickie Fowler, quien con 67 golpes recuperó cinco puestos, colocándose quinto empatado, o Jordan Smith, Matt Kuchar y Jason Day, todos igualmente recuperando terreno para concluir en el noveno lugar.

Algo más atrás, Dustin Johnson mostró su mejor versión merced a una tarjeta de 67 golpes y remontó 13 posiciones (T13), igual lugar que Henrik Stenson (tercer día con 70). Rory McIlroy e Ian Poulter también dejaron lo mejor para el último día con tarjetas de 68 y 69 golpes para empatar ambos en el 22º lugar, al tiempo que Jordan Spieth se clavó en los 70 golpes y remontaba nueve puestos, hasta el 28º.

El lado negativo lo puso Jon Rahm, peor que el día previo, con 75 golpes (cuatro bogeys) en un día sin birdies para él y en el que no estuvo nada fino ni acertado en los hoyos de Quail Hollow. Fuera totalmente del torneo, sin las buenas sensaciones que suele mostrar en el final pero que dejó, no obstante, un golpe para la galería, dado de espaldas, al borde del riachuelo que cruza el campo, y que levantó un sonoro aplauso del público.

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