Torneos de Golf
Nubes negras ante Sergio
Mal comienzo de Sergio García en Augusta. El campeón defensor tendrá muy complicado ya simplemente superar el corte, tras un día negro para él,c on una ronda de +9 que comenzó a zozobrar en el hoyo 15, momento fatídico del día, con 13 golpes
No podía venir mejor a cuento el título del libro de Rosemary Sutcliff, ‘Naves negras ante Troya’, donde se cuenta la guerra de Esparta contra Atenas, preámbulo del trágico viaje de Ulises de vuelta a su hogar. Pues bien, este mismo y trágico viaje fue el que tuvo Sergio García en el Día 1 de su defensa como campeón de Augusta.
Todo iba razonablemente bien hasta el hoyo 15, donde comenzó la tormenta, la guerra. Si el año pasado se sacaba ahí mismo un eagle estratosférico, en esta ocasión la mala suerte se iba a cebar con él, con cinco bolas al agua, una detrás de otra, y su cara lo decía todo: frustración, incomprensión, pues sus golpes eran buenos, iban bien dirigidos, pero la bola en ocasiones tomaba una curva macabra o se aceleraba sin motivo alguno cuando ya parecía parada y caía pendiente abajo.
El fallo estaba en algún lado, pero no sabemos dónde, creo que tampoco Sergio, puesto que no era por fuerza ni por longitud, ya que la bola iba por el sitio bueno, y únicamente quedaba tomárselo con filosofía e intentar arreglar la situación, algo que hizo al hoyo siguiente con un birdie, al que sumó otros tres. Terminó finalmente con 81 golpes y +9.
Su alter ego fue Jordan Spieth, quien lidera con 66 golpes y un total de siete birdies, eagle y tres bogeys. El norteamericano entró en combustión en la segunda mitad de la vuelta, con cinco birdies seguidos ente el 13 y el 17. En 2015, cuando realizó un torneo espectacular y batió numerosos registros empezó con 64, ahora con dos más y aunque será complicado que repita su gran actuación, lo cierto es que, por el momento, ya mete presión.
Con dos golpes más están Tony Finau, Matt Kuchar y Henrik Stenson y, algo más abajo pero también con un muy buen rendimiento, Rory McIlroy, Haotong Li y Rafa Cabrera Bello. El canario ha sido el mejor de los nuestros, con seis birdies, un bogey y un doble bogey.
Supo esperar su momento Rafa e igualar a uno de los principales candidatos, McIlroy, quien llega a Augusta con el cuchillo entre los dientes y ya ha empezado a marcar sensaciones.
Otro de los focos apuntó a Tiger Woods, quien reaparecía como jugador tras dos años ausente y, lógicamente, hacía prevalecer su calidad; no le fue nada mal, con 73 impactos y confirmaba después a los medios que para nada estaba nerviosos: ‘’He jugado muy tranquilo, tenía confianza y sabía lo que tenía que hacer. Sin embargo, creo que he jugado mejor de lo que refleja mi tarjeta y por esa línea tengo que continuar los próximos días’’.
Un golpe más abajo terminaba José María Olazábal (74, con dos birdies y cuatro bogeys) en un comienzo prometedor para él. Se le notó cómodo en los greenes y no notó en exceso los años de diferencia con los competidores. Solo ha sido capaz de coger seis calles y ocho greenes, cifras muy pobres que salvaba en los greenes con calidad y templanza, pues por regla general se hubiese tenido que ir bastante más abajo, pero pateando y aprochando ha estado magnífico.
Jon Rahm, por su parte, era otra de las cruces. Terminaba con +3 (75) y aunque no ha jugado mal, no ha sido capaz de poner en marcha su modo apisonadora e ir restándole golpes al campo. No ha tenido la explosividad que suele y se limitó a ir salvando situaciones hoyo tras hoyo, lo que terminó por dejarle muy abajo. Tocará sufrir para salvar el corte, ya que queremos ver al Rahm de los grandes torneos, ese que llega al domingo con opciones de triunfo.
@golfcom / Golf Confidencial
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