Un sorprendente Kisner levanta el título en Austin

Era el turno de las semifinales en el torneo de Austin, dos semifinales que se decidieron in extremis, con idéntico resultado ambas, 1up, tanto para Matt Kuchar, verdugo de Sergio García en cuartos como para Kevin Kisner. El caso es que ninguno de los dos favoritos obtuvieron su plaza en la final.

Por un lado, se enfrentaban Matt Kuchar y Lucas Bjerregaard. El danés llegaba muy fuerte, muy sólido y con el optimismo subido tras eliminar nada más y nada menos que a Tiger Woods, uno de los pocos tops que se salvaban de la quema de la fase de grupos.

En su eliminatoria, Kuchar empezaba con birdie en el primero y mantenía su ventaja hasta el hoyo 4, donde cometía bogey y entregaba el empate en favor del europeo. Volvía a adelantarse Kuchar en el 6 pero en el 7 le devolvía el golpe Bjerregaard. Bogey de nuevo para el danés en el 9, lo que le ponía uno arriba en la mitad.

Se siguieron midiendo en la segunda parte, tomándose el pulso una y otra vez y, de hecho, llegaron empatados al 15. Todo estaba igualado y ambos estaban demostrando un gran dominio del juego, máxima calma y que no se arrugaban en ningún momento, era un mano a mano en toda regla, un duelo muy apretado que se decidió por un birdie, el que se anotaba Matt Kuchar en el 16, ante el que ya no podía hacer nada su rival.

En la otra semifinal, Francesco Molinari llegaba con la vitola de favorito, pero otro duelo muy parejo le dejó fuera, al que también, tras pasarse una y otra vez, llegó con empate al 17. Y en el 18, la hecatombe de Molinari, quien en los días precedentes no había llegado en ningún momento a ese hoyo y demostró que no estaba hecho a él, fallando con un bogey que le dio la victoria a su oponente, con par en ese hoyo.

Y en la final, dos norteamericanos. Kisner repetía lugar tras la final conseguida hace años y esta vez el resultado ha sido de 3&2. En ningún momento perdió la iniciativa, mandando desde el hoyo 1 con un birdie que se convirtió en empate en el 5, único momento de debilidad de Kisner. En el siguiente recuperó el mando del duelo con un genial birdie que sorprendió a muchos, y lo fue ampliando hasta el 15, donde llegó con tres arriba, cerrando el choque en el 16 tras encadenar Kuchar varios errores con un arma que le había funcionado hasta ese momento: el putter.

En lo que respecta al choque por el tercer y cuarto puesto, Francesco Molinari derrotó a Lucas Bjerregaard por 4&2, demostrando su superioridad.