“Me ha sorprendido mucho por lo bien que venía jugando. Es la primera vez que me pasa, que vengo jugando muy bien y no me salen las cosas en un torneo”, reflexionaba Jon Rahm, afectado por una pobre actuación en la segunda jornada del PGA Championship, el segundo “major” de la temporada, que después tuvo las consecuencias esperadas. Si el jueves firmó una jornada de menos a más para acabar con 70 golpes, uno por debajo del par del campo, el viernes no enderezó el rumbo. Firmó tres birdies, por dos bogeys y un doloroso doble bogey en el hoyo 17 que le terminó condenando. Con -1 en el día y par en el total, esperó paciente, pero pronto comprobó que no iba a ser suficiente para poder seguir jugando el fin de semana. El corte se situó en -1, algo poco habitual, pero ha sucedido y el de Barrika se ha quedado fuera. Llevaba 18 "majors" seguido superando el corte, la mayor racha de un golfista en activo. La última vez que no lo hizo fue en el PGA de 2019. Esto demuestra lo extremadamente difícil que es el golf.

El drama y la lluvia

El viernes del PGA Tour, que se disputa en el Valhalla Golf Club, en Louisville, Kentucky, estuvo marcada por el fallecimiento de un trabajador, atropellado por un autobús también de la organización, que desembocó en el caos de la jornada e incluso en la detención del número uno del mundo, Scottie Scheffler, por un incidente con un policía. El mal tiempo también marcó el arranque de este segundo día y en ese sentido Rahm tuvo mala suerte, porque tuvo que hacer prácticamente todo su recorrido con lluvia. Después, sin él ya compitiendo, fue mejorando. “Si no coges calles en este campo es complicado. He metido un par de putts buenos pero una pena que muchos de los que he tirado no han entrado por poco”, encontró una explicación a su resultado. Sólo cogió seis calles de quince.

Jon se va frustrado de nuevo de un “major”, como ya le pasara en el Masters de Augusta, donde defendía el título logrado el año pasado y esta vez acabó en el puesto 45. Esa vez si pasó el corte, pero nunca estuvo en la pelea de arriba. Son los dos primeros torneos de los tradicionales que disputa desde que el pasado diciembre decidiera marcharse al LIV Golf, el campeonato de Arabia Saudí, a cambio de 550 millones de dólares en los próximos seis años, lo que le ha convertido en el segundo deportista mejor pagado del mundo, sólo por detrás de Cristiano Ronaldo. Allí, todavía no ha conseguido ningún triunfo. Su marcha provocó el recelo y las malas miradas de algunos compañeros, como él mismo reconoció en el Masters.

David Puig, con un total de +3, también se quedó fuera del corte. Adrián Otaegui todavía tiene que acabar su recorrido esta mañana, al suspenderse la jornada por falta de luz. Le faltan los hoyos 15, 16, 17 y 18. Acabó la primera jornada con -1 y esta segunda iba +1.

Líder se mantuvo Xander Schauffele, con un total de -12. Collin Morikawa tiene -11, Sahith Theegala tiene -10 y después hay cuatro jugadores con -9, entre los que está Scottie Scheffler, que pudo competir después de ser detenido y no perdió la concentración.