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Caeleb Dressel, el sucesor de Phelps, llega a Tokio: oro en 100 libre

Conquista su primera medalla individual de las tres a las que aspira en una final apretadísima, decidida por seis centésimas con el australiano Chalmers

Caeleb Dressel celebra su triunfo en los 100 libres de los Juegos Olímpicos de Tokio
Caeleb Dressel celebra su triunfo en los 100 libres de los Juegos Olímpicos de TokioMARKO DJURICAREUTERS

Caeleb Dressel tocó la pared y se dio la vuelta. Se estaba gustando. Sí, aquí estoy yo. Se sentó en la corchera y entonces levantó los dos brazos con los índices apuntando hacia arriba. El número uno. Campeón olímpico en una final de 100 metros libres para no respirar que el nadador de Florida se llevó por sólo seis centésimas de ventaja por delante de Chalmers; la eterna batalla entre Estados Unidos y Australia. Batalla deportiva, porque después, fuera de la piscina, se dieron un ejemplar abrazo tras ofrecer un bonito espectáculo. No es ni un suspiro lo que les separó. ¿Un pestañeo? Ya ha pasado más tiempo del transcurrido entre uno y otro.

Las etiquetas siempre son peligrosas, pero Dressel llega a los Juegos con el “apellido” de sustituto de Phelps. La leyenda del agua se retiró (por segunda y definitiva vez) tras los Juegos de Río y su compatriota no tardó en tomar el testigo. En realidad, ya estuvo en Brasil para ganar el oro en el relevo 4x100 libre. Después, el despegue: siete oros en el Mundial de Budapest 2017, seis y dos platas en el de Gwangju 2019 y el primer desafío olímpico como gran figura. La prueba que los une son los 100 mariposa, en la que Dressel ha batido el récord de Phelps, pero eso llegará más adelante. Antes, Caeleb tenía que disputar los 100 libres con mucha competencia a su alrededor y prácticamente con ocho aspirantes. Cualquiera podía ganar, aunque las miradas se centraran en él. Había tensión en la cámara de llamadas. Los nadadores eran como animales enjaulados, meneándose, girando la cabeza, dando pequeños paseítos. Y de animales sabe mucho Dressel, porque tiene varios tatuados en el cuerpo: un águila con la bandera de Estados Unidos, el oso con el que dice que se identifica o un caimán en homenaje a Florida.

Ese espíritu salvaje le invadió desde el primer momento a Caeleb en el Centro Acuático de Tokio. Su salida fue fulgurante y metió medio cuerpo a sus perseguidores para tocar la pared en 22.39, por los 22.71 de Kyle Chalmers, que tiene una vuelta demoledora, y sin perder de vista al ruso Kliment Kolesnikov, otro cohete. A falta de 20 metros los tres parecían emparejados y en el tramo final Chalmers parecía que iba a dar la sorpresa. Pero no. Dressel tenía algo más y ya no sacó la cabeza de dentro del agua. Sin respirar, se comió la piscina a golpe de brazos y piernas para llegar el primero por poco, poquísimo, pero firmando el récord olímpico, 47.02, mientras que Chalmers hizo 47.08 y Kolesnikov 47.44.

Así conquistó su primera medalla de oro individual, que es la segunda en la capital de Japón, pues ya venció en el relevo 4x100 libre. Firma el ciclo perfecto en esta prueba, pues se ha colocado en lo alto del podio en los dos Mundiales y en los Juegos. Se ha hecho esperar su presencia en Tokio en solitario, pero mereció la pena. Le quedan todavía dos pruebas individuales (50 libre y 100 mariposa) y dos de relevos (4x100 estilos y 4x100 estilos mixto). El objetivo, seis oros.