Golf
Entusiasmo en el «green»
Cuatro golfistas españoles participarán por primera vez en unos Juegos. La única vez que este deporte integró el programa olímpico, en Saint Louis 1904, compitieron setenta estadounidenses, un británico y un canadiense, que, curiosamente, fue el ganador. Para la pequeña historia, quede registrado que se llamaba George Seymour Lyon. Cuatro años después, el golf se canceló por la presión de ingleses e irlandeses, disconformes con el formato de juego. Así, hasta hoy. Los torneos de Río serán disputados por sesenta jugadores, tanto en hombres como en féminas, y se repartirán sólo medallas individuales. Hay un límite de dos jugadores por país, cuatro en caso de que una nación acumule a más representantes entre los quince primeros del mundo: o sea, el equipo masculino de Estados Unidos y las chicas de Corea del Sur.
De España, por tanto, sólo participarán dos en categoría masculina –Sergio García y Rafa Cabrera Bello– y otras dos en la femenina –Azahara Muñoz y Carlota Ciganda–. El formato es el clásico «stroke play», es decir, cuatro jornadas contra el campo y gana el oro quien menos golpes necesite para completar los 72 hoyos. No es gratuito afirmar que los golfistas españoles tienen opciones de medalla. El elenco de bajas es larguísimo y, sin ánimo de ser exhaustivos, baste decir que faltarán los cuatro primeros del ranking mundial: Jason Day, Dustin Johnson, Jordan Spieth y Rory McIlroy. Por no hablar de los muchísimos jugadores destacados que bien han renunciado a participar o bien no pueden hacerlo por la limitación de dos cuotas por país. García, duodécimo del mundo, sólo se enfrentará con cinco adversarios mejor clasificados que él. Cabrera, vigésimo octavo, sería por clasificación el noveno favorito.
Sergio García fue una de las primeras estrellas del golf que mostró su entusiasmo por estar en Río. «Siempre he seguido los Juegos desde niño y es algo espectacular. Tengo muchos recuerdos viéndolos por la tele: el baloncesto, el oro de Nadal... Hasta me acuerdo bien de muchas cosas de Barcelona 92», contaba poco antes de viajar a Brasil. Para el castellonense, «los Juegos pueden aportarnos que se conozca más nuestro deporte en países donde no hay tanta tradición y el golf puede aportar a los Juegos sus valores, que son muchos, y todo el peso de su historia. Hay que pensar que el British Open ya se jugaba en 1860...». La selección española es una de las pocas que acude a Río con sus dos mejores clasificados, pero Sergio no critica a los ausentes porque «creo que cada uno explicó sus motivos y hay que respetarlo. Yo también expliqué mis propias razones para acudir: representar a España es demasiado importante como para renunciar».
En cuanto a sus opciones, y aunque en el fondo sueña con colgarse una medalla, la prudencia obliga: «No hay ningún otro deporte en el que haya tantos competidores que tengan opciones de ganar. Yo tengo las mías, por supuesto. Supondría algo muy especial e importante en mi carrera».
Rafa Cabrera Bello, que está jugando el mejor golf de su vida, se sentirá en Río «más embajador que nunca porque sé que habrá gente que no juega al golf que también estará pendiente, cosa que habitualmente no ocurre». El canario acude con «la esperanza de que los Juegos ayuden a popularizar más el golf y que se caiga el estereotipo de deporte elitista para gente mayor. Espero que consiga rejuvenecer la imagen de los golfistas y que ayude a extender la imagen de que realmente somos atletas». Dice entender el rosario de ausencias porque «los demás no están dispuestos a asumir ningún riesgo, especialmente los que tienen planes inmediatos de empezar a formar una familia», pero él tras haberse informado sobre el zika y demás enfermedades endógenas, asume que es «un pequeño riesgo» comparado con «el honor de competir representando a mi país». Sueña con fotografiarse junto a Usain Bolt, pero avisa: «No lo perseguiré si lo veo en la villa. Además, no creo que lo pille».
Al torneo femenino sí acudirán catorce de las quince mejores jugadoras del mundo, lo que reduce notablemente las aspiraciones de las españolas Carlota Ciganda (36ª del ranking) y Azahara Muñoz (48ª). Ésta confiesa, sin embargo, estar «como loca por estar ya jugando por España. Me apetece muchísimo convivir en la Villa con otros atletas y estoy deseando pisar ese estadio olímpico. No tengo ninguna duda de que voy a tener la carne de gallina todo el tiempo». La golfista malagueña es consciente de que «será difícil conseguir una medalla. De las chicas no va a faltar casi ninguna y la competencia será tremenda, pero nada me haría más ilusión que subirme a ese podio».
Carlota Ciganda coincide en que «sería un sueño hecho realidad ganar una medalla. Me he imaginado varias veces en el podio y con el himno sonando», aunque también se apresta a vivir la aventura olímpica de manera más prosaica: «El torneo se juega de miércoles a sábado y nosotras llegamos el jueves antes, así que el fin de semana lo quiero aprovechar para ver todos los deportes que pueda. Me encanta el atletismo, los cien metros, la natación, la gimnasia, el tenis, me gusta todo», porque «igual que a Azahara, nada me motiva más que competir por España, así que estoy convencida de que lo vamos a hacer muy bien».
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