Río 2016

Y además, el caos climático

Hubo retrasos en el tenis y aplazamientos en el canal de remo

La Razón
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Dos horas más tarde de cuando estaba previsto, empezó el partido de Nadal y Delbonis. Un vendaval de mil demonios, mezcla de ciclón y tornado, pero a menor escala, provocó la suspensión y el aplazamiento de varios partidos de tenis, así como las pruebas del canal de remo.

En Río es invierno, no es época de lluvias, pero de cuando en cuando jarrea. La temperatura oscila entre los 18 grados nocturnos y los 26 diurnos, aunque el día del ciclismo en ruta fue el más caluroso del mes, 37 grados en algunos momentos. Así, por si era poco el caos que preside los Juegos, el clima adverso se alió con el desastre absoluto que son los transportes, traslados de más de dos horas en trayectos de 40 minutos; conductores que ignoran la ruta y el destino, instalaciones que no están preparadas no ya para unos Juegos, ni siquiera para un campeonato regional.

La improvisación es el arma utilizada y ya ni siquiera la buena voluntad arropa a estos sufridos organizadores a quienes la crisis y las corruptelas han cogido a contrapié. Es repetirse, pero la carencia de dinero ha provocado una falta de medios inadmisible. No son de extrañar, pues, los nervios de Carlos Arturo Nuzman, presidente del Comité Organizador, cuando, desde el atril más visto por televisión, intentó vender los mejores Juegos de la historia. Es imposible. Hasta el clima se ha confabulado contra ellos.