Sucesos

El ex jugador del Sevilla procesado por traficar con más de 1.300 kilos de cocaína

El neerlandés Quincy Promes tiene otro juicio pendiente por agredir a su primo con un cuchillo

Quincy Promes frente a Trent Alexander-Arnold, durante un Ajax-Liverpool de la Liga de Campeones.
Quincy Promes, con la camiseta del AjaxMAURICE VAN STEENAgencia EFE

Mientras el Sevilla se prepara para jugar la final de la Liga Europa, uno de sus exjugadores se enfrenta a un proceso penal acusado de tráfico de cocaína. El neerlandés Quincy Promes, que ahora pertenece al Spartak de Moscú, está siendo procesado en Países Bajos por la presunta importación de más de 1.300 kilos de cocaína interceptados en dos cargamentos en el puerto belga de Amberes a finales de enero de 2020, según informó este martes la fiscalía neerlandesa.

Se trata de dos cargamentos de cocaína, uno de unos 650 kilos y otro de 713 kilos que fueron interceptados por las autoridades portuarias belgas hace más de tres años, una operación de narcotráfico en la que la fiscalía neerlandesa implica al futbolista, según explicó el diario local Het Parool y confirmó posteriormente el Ministerio Público de Países Bajos, informa Efe. El futbolista, de 31 años, tendrá que declarar el próximo lunes.

No es el primer proceso penal al que se enfrenta el jugador. A mediados de marzo, la Fiscalía neerlandesa reabrió otra investigación penal a este futbolista de 31 años por «asalto grave» tras apuñalar a su primo en una rodilla en una fiesta familiar en julio de 2020, aunque descartó el intento de asesinato porque, señaló, no hay pruebas suficientes para establecer que el objetivo del agresor fuera «matar a la víctima».

Promes habría agredido a su primo con un cuchillo, alcanzando un tendón y causándole «lesiones graves en la rodilla» y problemas para caminar durante mucho tiempo, y todavía no puede correr ni ponerse de cuclillas y sufre trastorno de estrés postraumático. El futbolista siempre ha negado la agresión a su primo, pero en conversaciones telefónicas intervenidas por la Policía, se le puede escuchar confesando el apuñalamiento, según la fiscalía.

El Ajax, equipo para el que jugaba el internacional neerlandés cuando fue detenido en 2020, lo vendió dos meses después al Spartak de Moscú por 8,5 millones de euros más variables, casi la mitad de los 15,7 más variables que pagó al Sevilla, en el que militó durante la temporada 2018/19.