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Keylor Navas reabre el debate de la portería

Una de las paradas de Keylor Navas ante el Tottenham
Una de las paradas de Keylor Navas ante el Tottenhamlarazon

A finales de mayo el Real Madrid cerraba su temporada con una derrota en casa ante el Betis. En aquel partido Keylor Navas se marchó del Bernabéu ovacionado por buena parte de la afición en un gesto que sonaba a despedida. Más de dos meses después, con la pretemporada muy avanzada y a poco más de dos semanas del inicio de la Liga el portero de las tres Champions jugó los noventa minutos y fue el mejor en la derrota del Real Madrid ante el Tottenham. A Keylor no le asusta la situación. Si hace tres meses Zidane avisaba de que él tenía claro quién iba a ser el portero titular, en referencia a Thibaut Courtois, ayer dijo en conferencia de prensa que ningún jugador tiene el puesto de titular asegurado. Si hace seis días el belga afirmaba: «Ahora está claro quién es el número uno»; el tico habló en el campo y realizó cinco intervenciones de mucho mérito.

Y es que además de los reflejos, Keylor en el Madrid tiene las mismas vidas que un gato. En su primera temporada fue suplente de Casillas y cuando se hizo con la portería blanca llegó la dantesca noche del fax y el no intercambio con De Gea. Con la llegada de Zidane, Navas vivió su época más tranquila y con la estabilidad llegaron los resultados. El año pasado el Madrid fichó a Courtois, que cuajó una temporada peor de lo que se esperaba. Keylor, mientras tanto, siguió haciendo lo que mejor sabe hacer, lo que volvió a hacer ante el Tottenham: varias paradas imposibles para mantener vivo al equipo. En un partido gris sólo el cancerbero se salvó del suspenso.

Dejó una parada llena de reflejos tras un despeje de Varane, luego una estirada espectacular ante un tiro de Ndombele y no pudo hacer nada en el gol de Harry Kane. En la segunda parte siguió con su show particular, y detuvo las acometidas de Son y Dele Alli y hasta tuvo la suerte de su lado en un disparo de Parrot que pegó en el palo y volvió directamente a sus manos. La lesión de Courtois ha dejado en evidencia una vez más el estado de forma de los dos guardametas blancos. Cada vez que salta al campo, Keylor demuestra que lo que dice el belga es cierto, aunque en sentido contrario.