Bádminton

Y entonces sonó el himno de Pemán

La Marcha Real se escuchó con letra en la entrega de medallas. Carolina Marín no pudo reprimir una sonrisa

Carolina Marín, tumbada en el suelo con las manos en la cara tras ganar el último punto de la final
Carolina Marín, tumbada en el suelo con las manos en la cara tras ganar el último punto de la finallarazon

El momento del podio, único para un deportista. Estar en lo más alto pensando en todo el trabajo realizado para llegar hasta ahí. Carolina Marín estaba envuelta en la bandera de España, recibió su medalla y su ramo de flores y se dispuso a escuchar el himno. La Marcha Real comenzó con el «titi-titti, titi, titi, titititi» habitual, pero de repente, sonó: «¡Viva España! / alzad la frente hijos del pueblo español / que vuelve a resurgir»... era letra que el poeta gaditano José María Pemán puso al himno por encargo de Miguel Primo de Rivera, y que después fue utilizada durante el régimen franquista. La española no pudo reprimir una pequeña sonrisa, pero mantuvo el tipo, con el número uno debajo. «La Federación Mundial de Bádminton y los organizadores, la Asociación de Bádminton de Indonesia, lamentan sinceramente este desafortunado error», pidieron disculpas después.

Todo quedó en una anécdota, en un fallo que no es la primera vez que se produce, y bien lo saben deportistas como Alberto Contador, que al conquistar el Giro de 2011 escuchó la misma letra en lo más alto del cajón. Por segunda ocasión el ciclista de Pinto vivía una situación de ese tipo. En el Tour de Francia de 2009 fue el himno danés el que acompañó a su triunfo.

El episodio de Carolina Marín recordó a la final de la Copa Davis de 2003 entre Australia y España, disputada en la Rod Laver Arena de Melbourne, cuando, ante la sorpresa de los jugadores españoles, un trompetista interpretó el Himno de Riego, ante el estupor e indignación del entonces secretario de Estado para el Deporte, Juan Antonio Gómez Angulo, desde el palco de autoridades.

El 29 de julio de 2001, la selección española de waterpolo ganó a Yugoslavia la final del Mundial de Japón, pero en la ceremonia de entrega de medallas ni siquiera se pudo oír el himno debido a un fallo técnico. Los propios jugadores españoles se limitaron a tararearlo.