La nueva camiseta de la selección se vende más que la de 2015

España se viste hoy por primera vez contra Costa Rica el uniforme que lucirá en el Mundial, la de la presunta bandera republicana en la camiseta y la bandera rojigualda en las medias. Es un éxito de ventas.

Si usted intenta comprar la camiseta de la Selección a través de la Federación en su página web le resultará imposible. Detrás de la llamada de «Ya disponible» se esconde una contradicción inmediata que lleva a la decepción. «Este producto ya no está disponible». Está agotada en todas las tallas, desde la «S» a la «XXL». Nada como el ruido para llamar la atención. La polémica sobre la franja morada que es azul llevó a la Federación a suspender la presentación prevista para el martes y sustituirla por una foto de grupo ante del entrenamiento y unos minutos de ejercicio con la equipación que la Roja lucirá en el Mundial de Rusia antes de taparla con una sudadera por culpa del frío. La polémica estaba en las redes y en los medios, pero no en las tiendas. La camiseta salió a la venta el lunes sólo en los canales oficiales de Adidas, la marca deportiva que patrocina a la Federación, y el martes ya estaba agotada. «Se ha vendido más que la de 2015», confesaban en las oficinas de la marca alemana.

Los generadores de ruido por el efecto óptico del azul que se convierte en morado preferían ignorar otro de los guiños al pasado de Adidas en la indumentaria de la Roja que desmonta inmediatamente las «acusaciones» de republicana a la nueva camiseta. La marca que viste a la Selección ha recuperado la bandera de España que corona las medias negras, igual que en el uniforme que lució la Selección durante el Mundial ‘82. En aquella época se acusaba a Arconada de sustituirlas por unas medias blancas sin adornos para no tener que soportar el peso de la bandera española sobre sus piernas. Una acusación parecida a la que sufrió Piqué hace poco más de un año por cortar las mangas de la camiseta de manga larga en un partido en Albania. La jefa de prensa de la Selección, Paloma Antoranz, tuvo que enseñar a la conclusión del partido los restos de la camiseta mutilada para demostrar que las tijeras no habían amputado ninguna bandera de su uniforme.

«De donde no me alejaría sería de la sensatez», aseguraba Julen Lopetegui en la Ser cuando le comentaban que al alejarse la franja azul parece morada. El seleccionador no puede disfrutar de una concentración tranquila a pesar de haber clasificado a España de manera directa para el Mundial y de permanecer invicto desde que asumió el cargo. Si no es por las ideas políticas de Piqué, es por el diseño de la camiseta. Pero Julen intenta aislar a sus futbolistas de todo lo que se aleje de la preparación deportiva. Lo mismo hace la Federación que, por primera vez en mucho tiempo, no permitió el acceso de los medios a la llegada de los internacionales el martes a la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Demasido ruido. «Estamos con el foco en lo único que nos interesa, que es lo deportivo. Estamos preparando un Mundial y tan sólo tenemos esta concentración y la de marzo, dos oportunidades magníficas para seguir poniendo a punto conceptos de equipo, competir ante dos equipos que nos exigirán muchísimo y seguir preparando el Mundial», comenta Lopetegui.

«A mí me ha gustado. Es la camiseta que tenemos y debemos aislarnos del tema político y demás, jugar solo al fútbol», dice Vitolo sobre la camiseta. «A mí me gusta la camiseta. No entiendo la polémica que se ha creado. Los jugadores lo que queremos es ponérnosla y jugar, que para eso estamos aquí», asegura Luis Alberto, que puede estrenarse hoy con la Roja y para el que lo menos importante es el diseño.

Por cierto, España juega hoy un amistoso contra Costa Rica.

De Gea; Odriozola, Piqué, Ramos, Jordi Alba; Busquets, Thiago, Iniesta; Isco, Luis Alberto y Rodrigo.
Pemberton; Gamboa, Oviedo, Waston, Duarte; González, Tejeda, Borges, Bolaños; Venegas y Ureña.

Anastasios Sidiropoulos (Grecia).

La Rosaleda (21:30, T5).