¿La remontada imposible?

Nadie lo ha conseguido en la Champions después de perder 4-0. El gran momento de Messi y Neymar, principal baza del Barcelona.

La estadística y los números juegan en contra del Barcelona. En la Liga de Campeones nunca se ha producido una remontada igual a la que están obligados los hombres de Luis Enrique mañana frente al PSG. Así que tarea ardua para Messi, Neymar y Luis Suárez, el tridente azulgrana, encargado de hacer soñar a los aficionados con sus goles.

Los antecedentes del Barcelona confirman que dos veces ha perdido por 4-0 y el milagro no se obró. La primera queda lejana en el tiempo y fue en la Copa de Ferias (después Copa de la UEFA) en 1962 frente al Valencia. En Mestalla hubo un 6-2 y la vuelta en el Camp Nou se saldó con un 1-1. La otra ocasión es más reciente y tampoco las cosas les fueron bien a los azulgrana. Fue en las semifinales de la Champions de la temporada 2012-13 y el Barcelona sucumbió en Múnich (4-0) ante el Bayern de Jupp Heynckes. La vuelta, también fue un paseo para los alemanes que se impusieron por 3-0 al equipo liderado por Tito Vilanova y Jordi Roura.

Las remontadas del Barcelona en Europa siempre han sido después de perder 3-0 en la ida, lo que frente al PSG no le vale. En la UEFA (77-78) eliminó al Ipswich Town. Dos goles de un tal Cruyff y otro de Rexach, de penalti, forzaron la prórroga en la que el Barcelona venció en la tanda de penaltis. En la Recopa (78-79) fue el Anderlecht la víctima. Krankl, Heredia y Zuviría igualaron la eliminatoria y el meta Artola fue clave en los penaltis. Esa campaña el Barça se proclamó campeón al vencer al Fortuna en la final.

En la Copa de Europa (85-86) fue el Goteborg el que se presentó con tres tantos de ventaja. Un triplete de Pichi Alonso obligó a la prórroga. En los penaltis se impuso el conjunto azulgrana (5-4) gracias a Urruti. Sin embargo, en la final de Sevilla ante el Steaua, un mes más tarde, el fracaso del Barça en los penaltis dio la «orejona» a los rumanos en un partido para olvidar.

Ahora hace falta un esfuerzo superior. Cuatro goles son una barbaridad y cinco, no digamos. La lógica apunta a que la remontada es casi imposible porque el PSG es un buen equipo, tiene un gran entrenador, Unai Emery, que en París respiró porque se quitó la losa de que nunca ganaba al Barcelona. Además, las especulaciones no valen. Puedes marcar dos o tres goles en media hora y luego no hacer el cuarto. O al revés, en un momento de inspiración volteas el marcador cuando nadie lo cree. El fútbol no es una ciencia exacta.

La excelente forma de Messi y Neymar, el trabajo y el remate de Luis Suárez, la recuperación de Busquets, las paradas de Ter Stegen y el apoyo incondicional de un repleto Camp Nou son factores que juegan a favor del Barcelona, que no puede encajar ningún gol y que debe ser más efectivo que nunca para romper la historia.