La Selección es un equipo

Con la base de los campeones de Europa sub’21 en 2013 ha conseguido un grupo que vuelve a ser favorito para el Mundial.

«No juega, pero a mí me gusta y en la suma y resta hemos pensado que debe venir. A pesar de jugar poco, creemos que nos puede ayudar», decía Julen Lopetegui cuando convocó a Isco por primera vez. Era el 30 de septiembre de 2016 y el jugador del Real Madrid sólo había disputado 58 minutos en los seis primeros partidos de Liga y aún no había debutado en la Liga de Campeones. La confianza del seleccionador llegó antes de que explotara con su equipo. Poco más de un año después, Isco es uno de los máximos goleadores de España en la fase de clasificación, ha marcado cinco tantos, los mismos que Diego Costa, Morata y Silva, y uno más que Vitolo. Además, es junto a Sergio Ramos y De Gea, uno de los tres españoles candidatos al Balón de Oro.

El mismo día en que anunciaba la convocatoria del centrocampista malagueño, Lopetegui decía con admiración que Italia «es la selección más parecida a un equipo». Eso es lo que ha pretendido construir el seleccionador desde su llegada al puesto. Prescindió de veteranos como Casillas y Cesc. Les explicó que no iba a contar con ellos y a partir de ahí comenzó a buscar su plantilla. Ha utilizado a 45 jugadores y entre ellos sólo quedan cinco de los que ganaron la Eurocopa de 2008. Sergio Ramos, Silva e Iniesta han sido imprescindibles para el seleccionador. Reina ha cumplido como suplente de De Gea, aunque fue titular en el último partido contra Israel. Su presencia en la Selección no se debe a que el seleccionador piense que es mejor portero que Casillas, pero nadie discute que su puesto está en el banquillo, algo que con Iker sería más complicado. Villa tuvo una aparición fugaz ante la falta de delanteros para enfrentarse a Italia en septiembre. Lopetegui ha hecho crecer el grupo con el debut de seis futbolistas: Saúl fue el primero y Viera, el último. Entre medias se han estrenado con la Roja Ander Herrera, Iago Aspas, Illarramendi y Odriozola. Ha recuperado, además, a Rodrigo, que sólo había disputado un partido con Vicente del Bosque en el banquillo.

El seleccionador convoca jugadores y le responden. El ejemplo es Odriozola, que llegó por la enfermedad de Carvajal y demostró su capacidad contra Albania. Al seleccionador no le caben en el Mundial los 45 que ha convocado desde que se hizo cargo del equipo. Tampoco los 25 que convocó para enfrentarse a Albania e Israel, a lo que hay que añadir a los lesionados Iniesta, Carvajal, Morata y Vitolo, además del inactivo Diego Costa, que aún no ha debutado esta temporada por su conflicto con el Chelsea y su posterior fichaje por el Atlético. La base es el equipo sub’21 que él dirigía y se proclamó campeón de Europa en 2013. Ocho jugadores estuvieron en la última convocatoria. Diez, contando con Morata y Carvajal.

«Todos los jugadores que están aquí tienen capacidad para ser titulares», decía Lopetegui antes del partido contra Israel. «Intentamos priorizar el sentimiento colectivo del equipo y poner al servicio del grupo la calidad individual de cada uno de los miembros», añadía. Lo importante es hacer un equipo. Y así ha conseguido que España vuelva a ser una de las favoritas para el Mundial. Ha terminado la clasificación sin derrotas y con sólo un empate, en Italia, en el segundo partido de la fase de acceso al Mundial. Sólo Alemania y Bélgica han marcado más goles y ha conseguido que el grupo se adapte a otras maneras de jugar. En Albania jugó con tres defensas, un esquema que probó en Israel en la segunda parte. También ensayó con dos mediocentros. Lopetegui no tiene miedo a buscar soluciones.