Atlético de Madrid
La transición pasa por Koke
Con la recuperación del canterano, el equipo gana mayor posesión, último pase y creación
El Atlético recupera a Koke y con ello gana una mayor creación del juego en el centro del campo, más capacidad a la hora de tener la pelota y moverla con criterio y ese último pase que espera Griezmann para reencontrarse con el gol. El canterano, al que Simeone exprime al máximo, ha estado lesionado, se ha perdido tres partido de Liga y tampoco ha estado en los dos compromisos de la Selección.
Sin él, el Atlético ha ganado en Vigo y en La Coruña y ha empatado en el Metropolitano ante el Villarreal. La frialdad de los números dice que los resultados son buenos, pero el juego desplegado por el equipo en tierras gallegas, pese a los triunfos, fue muy bajo. Y contra el Villarreal, tampoco hubo fútbol fluido y sí muchos altibajos que acabaron con el tanto de Bacca porque el equipo se echó atrás, se metió en su campo y no encontró soluciones para darle salida al juego.
¿Faltaba Koke? En efecto, es ahí donde el papel del canterano se antoja imprescindible. Simeone le considera fundamental para que la transición defensa ataque se haga con limpieza y rapidez. El técnico reconoció hace un par de años, cuando el Barcelona revoloteaba sobre la cabeza del jugador, que él y Godín eran imprescindibles en su esquema. Su radio de acción partiendo desde la banda izquierda – hay momentos en que la situación del partido le lleva a la derecha– es clave para que el Atlético funcione en la llamada sala de máquinas.
Su personalidad, su buen toque de pelota y su trabajo hacen que Saúl y Gabi se encuentren más cómodos. Y aunque Koke siempre jugó por dentro, acompañando al mediocentro defensivo, rinde más desde la banda porque encuentra más espacios para desarrollar su fútbol. Por dentro está más encorsetado. Además, juega con libertad para juntarse a Griezmann, llegar al área (lleva dos goles en el presente curso) y disparar. No rehúye el trabajo defensivo y esta noche tendrá que ayudar a Lucas en esa faceta y estar muy pendiente de los desmarques y movimientos de Modric, que suele deslizarse por la derecha.
Koke, uno de los capitanes del equipo, con una ficha de las más altas –la segunda, después de Griezmann– es pese a su juventud un peso pesado en la plantilla. No le importa alzar la voz para decir que el que no esté «comprometido» que se vaya. Mensaje, según él, que no va dirigido a Griezmann. Reconoce que el derbi es un partido especial, diferente, que los juegan «con más ganas si cabe». En uno de los últimos demostró carácter y tuvo un enfrentamiento con Cristiano, al que llamó «maricón».
Cosas del juego, de la pasión que se pone en estos partidos porque Koke no es conflictivo. Es un jugador todoterreno, trabajador, con calidad y con buen pie para la estrategia que a los más viejos del lugar les recuerda a Adelardo, el jugador con más entorchados como rojiblanco y al que Jorge terminará por superar.
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