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Las esteladas «ilícitas» ya cuestan 70.000 euros

Gran número de personas en el estadio Camp Nou de Barcelona.
Gran número de personas en el estadio Camp Nou de Barcelona.larazon

La UEFA sanciona al Barcelona con 40.000 euros por la exhibición de banderas independentistas ante el Leverkusen. Antes ya le había multado con 30.000. En España no es delito.

La Comisión de Control, Ética y Disciplina de la UEFA decidió ayer multar con 40.000 euros al Barcelona por la exhibición de esteladas, que el máximo organismo europeo califica como «pancartas ilícitas», durante el primer partido de la fase de grupos de la Liga de Campeones, ante el Bayer Leverkusen, disputado el pasado 29 de septiembre en el Camp Nou. Es la segunda multa que el equipo azulgrana recibe por el mismo motivo. En la última final de la «Champions», disputada en Berlín el 6 de junio entre el Barcelona y la Juve, la UEFA sancionó al conjunto español con 30.000 euros por la exhibición de banderas independentistas. El Barça, finalmente, no recurrió esa pena, pese a que su primera intención era hacerlo y, aunque algunos pesos pesados del vestuario, como Gerard Piqué, habían pedido públicamente que lo hiciera. Por no entrar en conflicto, la entidad azulgrana asumió la multa y entabló una serie de diálogos con el organismo que rige el cuestionado Platini para explicar el motivo por el que estas banderas aparecían en la grada y para que no se repitiera la multa en caso de que las esteladas volvieran a ondear. Las conversaciones no han tenido efecto y, esta vez, sí habrá recurso. «Iniciamos un proceso diplomático y de conversaciones que no ha funcionado y no ha sentado bien. Recurriremos a la UEFA, al TAS y si hace falta iremos a la Corte ordinaria de Suiza o la de Estrasburgo», anunció tajante Jordi Mestre, el vicepresidente deportivo. «Me centro en lo que puedo controlar. Espero que todo se solucione», dijo Luis Enrique.

La respuesta del Camp Nou a la primera sanción fue contundente. El siguiente partido de la máxima competición europea después de la última final fue el 29 de septiembre, contra el Leverkusen, y una parte de la grada pitó, en protesta, el himno de la competición cuando los equipos estaban formados, y gritó: «Independencia», además de mostrar al viento las banderas.

Por este motivo ha llegado la segunda multa, de 40.000 euros, que la UEFA puso teniendo en cuenta el informe de su delegado presente en el Camp Nou, el galés David Griffiths. Sumando las dos cifras, al club le ha costado 70.000 euros la exhibición de estos símbolos. Entiende el organismo que con las esteladas se incumple el artículo 16.2 de su reglamento, que habla de prohibir «el uso de gestos, palabras, objetos u otra cosa que signifique o transmita un mensaje que no tenga relación con el evento deportivo, especialmente mensajes ofensivos o provocativos de naturaleza política, ideológica o religiosa».

Este tipo de banderas son habituales en el estadio barcelonista en cada encuentro. También los gritos de «independencia», por una parte de la grada, cuando llega el minuto 17 y 14 segundos, pero en España, curiosamente, no es motivo de sanción, como sí lo es para la UEFA. Tampoco se había sancionado la pitada al himno nacional en las finales de la Copa del Rey, entre el Athletic y el Barcelona, de 2009 y 2011, aunque Antiviolencia sí actuó en la que se produjo con los mismos rivales y en el mismo partido el pasado mes de mayo con una propuesta de sanción de 6.000 euros al Barça y 18.000 al Athletic. Peor paradas salieron las organizaciones instigadoras de esa pitada.

q Multas leves a Atlético y Benfica. El Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA también hizo públicas ayer las sanciones al Atlético y el Benfica tras los incidentes que se produjeron el pasado 30 de septiembre en el Calderón. El conjunto español tendrá que pagar 11.000 euros por «tener bloqueadas las escaleras». Por su parte, el portugués deberá abonar 20.000 euros por «disturbios, lanzamiento de bengalas y objetos», aunque le advierten de que en caso de reincidencia tendrá que jugar el próximo partido en su estadio a puerta cerrada.