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Fernando Llorente, sin equipo, no levanta cabeza

Tras su paso por el Nápoles, la carrera de Fernando Llorente ha caído en picado. Actualmente se encuentra sin equipo.

Fernando Llorente con el Udinese.
Fernando Llorente con el Udinese.GABRIELE MENISEFE

Aunque el delantero de 36 años ha jugado las tres últimas temporadas en la Serie A, regresar a España siempre fue una opción para él. Sin embargo no ha sido así este verano. El mercado en LaLiga Santander ha cerrado y Fernando Llorente sigue sin equipo desde que terminase contrato con el Udinese.

Podría decirse que el navarro no levanta cabeza desde que recalase en el Nápoles. Si bien en su primera temporada disputó 24 partidos, en la segunda no participó en ninguno de la Serie A. “El Nápoles me lo quitó todo, hasta el dorsal...”, llegó a decir un Fernando Llorente al que la salida de Carlo Ancelotti del equipo italiano le pasó factura.

El verano pasado, Fernando Llorente terminó recalando en el Udinese, donde tampoco puede decirse que le haya ido mejor la cosa. El delantero sólo anotó un tanto en los diez partidos que disputó. Tal ver por ese motivo, o porque se ha negado a rebajarse su elevada ficha, Fernando Llorente no ha encontrado acomodo en LaLiga Santander; aunque cualquier club que disponga de una ficha libre todavía está a tiempo de ofrecerle acomodo en su plantilla.

Fernando Llorente estuvo cerca de regresar al Athletic en 2020

Ya el pasado verano Fernando Llorente esperó un movimiento por parte del Athletic hasta el cierre del mercado. Cuestionado por el motivo por el que se frustró su regreso, señaló: “Lo del Athletic se calentó cuando me llamó De Marcos. Ellos vieron una oportunidad para volver y lo intentaron. Hablé con Alkorta y tampoco se pudo hacer. Tampoco tenía claro ir a la Sampdoria, en Nápoles luchaba por ganarme el puesto, pero cuando no se puede hay que buscar oportunidades. En la afición habría dimisión de opiniones. Con el presidente no llegué a hablar. Me hubiera gustado volver al Athletic. Es el club de mi vida y con el que crecí. Si la vida me lleva a volver a Bilbao bien y si no no me voy a poner a llorar. Estoy agradecido por todo lo que me dio. Me da pena irme de aquella manera. Fue muy duro estar un año sin jugar. Conmigo las cosas no se llevaron bien y tuve que tomar una decisión”.