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El último reto que le queda a Iker Casillas en el Liverpool-Oporto

El portero del Oporto se mide al Liverpool. Llegar a semifinales parece imposible, pero Casillas quiere liderar la gest.

Iker Casillas
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El portero del Oporto se mide al Liverpool. Llegar a semifinales parece imposible, pero Casillas quiere liderar la gesta.

Casillas encontró en Oporto la tranquilidad con la que no vivía los últimos años en el Santiago Bernabéu, donde estaba siempre en el ojo del huracán. Pero a cambio de la paz, se quedó sin poder pelear por la Copa de Europa, mientras veía desde Portugal cómo las ganaba el Real Madrid de manera consecutiva. Quizá con rabia por no estar o con felicidad por sus compañeros o definitivamente en paz, pero era eso lo que buscaba cuando se marchó de la capital de España. Quería un equipo aún competitivo, pero de menor nivel y en Oporto encontró el lugar perfecto para continuar siendo profesional y seguramente retirarse del fútbol cuando cumpla los 40 años, en 2021, fecha hasta la que firmó su última renovación de contrato. Un lugar perfecto para sus últimos años. Con un pero: no lograba llegar lejos en Europa.

A punto de cumplir 38 años, en sus tres temporadas en el Oporto no ha pasado de los octavos de la Champions en dos ocasiones y en la otra no superó la fase de grupos. Así que el partido de hoy contra el Liverpool, en los cuartos de final, es quizá uno de los pocos retos que le quedan: alcanzar las semifinales de la que, sin duda, es su competición. Es el futbolista que, con 20 participaciones, más veces ha disputado la Liga de Campeones; el que más partidos ha jugado (175) y el portero que más partidos ha terminado con la portería a cero (50 ocasiones). Además de ser el que más veces ha llegado a las eliminatorias: 19. Le queda, entonces, protagonizar un momento memorable con el equipo que tan bien lo ha acogido. Hacer lo que hizo Raúl en el Schalke: protagonizar un relato que se guarde en la memoria colectiva de los hinchas.

No hay mejor rival que el Liverpool para conseguirlo. La pasada temporada pasó por Portugal sin compasión. Los de Klopp, que terminarían siendo subcampeones de la competición, ganaron la ida de los octavos de final por 0-5, sin Casillas en la portería. En la vuelta sí jugó el portero español, pero ya no había nada que hacer. «El Oporto pueda usar el resultado del año pasado como motivación», ha dicho Jurgen Klopp: «Va a ser un partido diferente y tenemos que volver a jugarlo. Estamos felices por esta oportunidad, es importante para el club y para el equipo, así que intentaremos hacerlo de nuevo», continuaba el entrenador.

El Oporto sabe que su nivel no le da para mucho más allá de los cuartos. Meterse en esta eliminatoria tras ganar por los pelos a la Roma fue casi inesperado, pero una vez aquí, todo se puede soñar, que eso es gratis. «No hay venganza», explicaba Conceiçao, entrenador del Oporto. «Vamos a mirar al Liverpool como un rival fuerte, que en 16 partidos en su estadio empató sólo dos y que el año pasado fue finalista de la Liga de Campeones».

El reto de Casillas y del resto del equipo es tremendo. «El Oporto es un equipo experto, fuerte y con más experiencia que el año pasado», aseguró Klopp en la conferencia de Prensa antes del partido. Está Pepe, que no disputará este primer encuentro y también está Iker Casillas. Una de las imágenes de la Champions pasada fue cómo Klopp, siempre tan pendiente de la parte emotiva de este deporte, despedía a Casillas tras eliminarlo.

Pero como el guardameta es incombustible, se vuelven a reencontrar. Cuando a finales de marzo cumplió 150 partidos con el Oporto, Iker sacó sus números para acallar a los críticos. Decía que tenía un 75% de eficacia en los remates que le hacían y que había superado los 70 encuentros dejando la portería a cero.

Hoy el Oporto va a necesitar la magia que Casillas desplegaba en sus mejores momentos. Pocos equipos tiene la capacidad de ataque de los de Klopp. El Oporto sabe que salir vivo de Anfield es el primer paso y, en parte, dependen de Iker.