Motociclismo

Marc Márquez: "No creo que los rivales me tengan miedo. Ahora soy uno más"

En la primera aparición de los hermanos Márquez como compañeros de equipo en Gresini, Marc trata de reducir la euforia que ha generado su llegada a Ducati

Marc y Álex, en el evento de Estrella Galicia
Marc y Álex, en el evento de Estrella GaliciaEstrella Galicia

Marc Márquez y Álex Márquez juntos en Madrid de la mano de Estrella Galicia. Su primera vez ante los medios como compañeros de equipo en Gresini, y debut también de Marc ante las cámaras desde que dejó Honda y se convirtió en piloto Ducati. "Se hace raro y en Valencia en el primer test, aunque me sentí cómodo con Gresini, me resultó extraño no ver a Santi (Hernández) y a los mecánicos, estar en el otro lado del box, que no me lo ha querido cambiar mi hermano. Son cambios que afronto con motivación", decía Marc, consciente de que va a llevar un tiempo separar su nombre del de Honda.

Son muchos años con los mismos colores, pero necesitaba ese cambio para poder extender su carrera e ir en busca de resultados después de dos años muy hundido. "He renunciado a muchas cosas para dar un paso en mi carrera deportiva, no bajar los brazos y buscar la solución. Las buenas noticias no llegan esperando sentado, hay que buscarlas y crearlas, y he dado un paso importante en mi carrera para buscar esas buenas noticias y volver a sentir esas mariposas en el estómago que son las que te mueven", continuaba el de Cervera, que ha ganado ocho mundiales pero es humano y también le asaltan las dudas ante lo desconocido.

Unas dudas que disipó en la primera salida a pista en el test de Cheste. "El primer día después de tanto tiempo con una misma moto, estaba nervioso, y esa sonrisa de la que tanto se ha hablado fue de tranquilidad, de confirmarme a mí mismo que sé ir con otra moto. Por mucho que hayas ganado son inquietudes que tienes antes de un nuevo proyecto. Esa primera salida me permitió relajarme y simplemente dar vueltas", continuaba el mayor de los Márquez.

Celebra el "93" tener por fin un invierno tranquilo, en el que poder prepararse sin sobresaltos. Toca madera para que después de esa operación en el antebrazo derecho para liberar el síndrome compartimental, los médicos se mantengan lejos. "Tengo las notas del móvil llenas de cosas para hacer en Malasia", confesaba sin querer ponerse un objetivo demasiado elevado.

Para eso está la gente, emocionada con la llegada a Ducati y poniéndolo, en su mayoría, como gran candidato al título. A él le toca bajar esa euforia y recordar que de dónde viene, no puede optar a mucho antes ni siquiera de ponerse a rodar. "Las expectativas ya están muy altas fuera y uno de mis trabajos es evadirme de todo eso y sacar el perfil bajo. Esto es igual de difícil que siempre o incluso más. Pero vengo de donde vengo y no puedo crear expectativas antes de una pretemporada y viendo que la gente ya espera mucho. Eso me permitirá trabajar más tranquilo. Si una moto es buena, el piloto se adapta más fácilmente, pero la gran diferencia de ser rápido o muy rápido es la constancia. Podré ser rápido en circuitos puntuales, seguro que sí, pero no sé si podré ser rápido todo el tiempo. Y esa es la diferencia que marcan Bagnaia y Martín, que son rápidos en todos lados", relata Marc, que siempre recuerda que lleva dos años sin ganar nada y que el único podio del curso pasado fue en lluvia.

Quiere construir paso a paso sin precipitaciones de otros tiempos, y no siente que los demás rivales le tengan miedo por ese regreso en el que parece que otra vez va a ser competitivo. "No veo temor en la parrilla, soy uno más. Si viniera de ganar cuatro títulos segundos, quizá lo hubiera, pero vengo de una situación en la que los rivales me han ganado carreras, que he aprendido de ellos, te tienes que reinventar para ver qué hacen los jóvenes, no veo temor. Sí me enfrentaré a pilotos que llevan muchos años con la misma moto, el campeón mismo, que deben estar por delante de mí, pero mi trabajo será dar el cien por cien en pista".