Copa del Rey
Morata llora su mala suerte
Morata se ha quedado claramente atrás en la carrera con Jesé por ser importante en el equipo y cuando Paul Clement le llamó para salir, pensó que tendría algo más de 20 minutos para demostrar lo que no había podido hasta ahora. Era un buen momento para ganar un poco de confianza en la pizarra de Ancelotti y soltar la adrenalina guardada durante bastantes partidos en el banquillo. Pero nada sucedió como Morata había imaginado. Nada más entrar intentó cabecear un balón dentro del área de Osasuna y se llevó un fuerte golpe en el pómulo con el hombro de un defensa. Inmediatamente su cara pareció la de un boxeador que lleva 10 asaltos sobre el cuadrilátero recibiendo un duro castigo. El hematoma le cerró el ojo por completo, pero él tragó saliva y quiso seguir. No estaba dispuesto a que el dolor le hiciera desperdiciar una oportunidad de hacerse un hueco. Siguió sobre el césped y participó de cada jugada de ataque como si no le pasara nada, pero sí le pasaba. A tres minutos del final se tumbó en el suelo, mareado, y vomitó antes de levantarse, ya con lágrimas en el ojo que todavía tenía abierto. Hasta el técnico local, Javi Gracia, comprendió la rabia y la impotencia del llanto del canterano, al que despidió con un gesto cariñoso cuando se marchaba al vestuario. Antes ya había recibido los mimos de los auxiliares blancos y de Isco, consciente de la mala noche que le había tocado vivir a su compañero de vestuario. «Fue un golpe en el ojo, no es nada grave», explicó después Ancelotti. Cuando se lesionó Morata, tanto el partido como la eliminatoria estaban resueltos, por mucho que el Madrid estuviera obligado a terminar con dos futbolistas menos. Uno, el canterano; el otro, Coentrao, que volvía tras dos meses de lesión y se empeña en ganarse la indiferencia de la afición. Fue expulsado por una patada totalmente innecesaria y a destiempo, cuando no había ya nada en juego: «Creo, sinceramente, que ha sido un gesto instintivo, que no tenía mala intención», le defendió Miguel Pardeza ante las cámaras de Canal +.
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