Márquez ya tiene su «contrato perfecto»

En un curso en el que la mayoría de los pilotos se han dado mucha prisa por renovar o cambiar sus contratos para 2017 y 2018, Márquez no tenía ninguna por poner su firma en el que le va a unir a Honda dos años más. Lo hizo ayer en el circuito más cercano a su casa, una vez que consiguió las condiciones perfectas que estaba buscando. Quería Marc tomarse su tiempo, aunque como él mismo dijo nada más conocerse la noticia de su renovación, era algo «que se veía venir». En ningún plan estaba cambiar, porque Repsol Honda es lo mejor que le puede pasar al piloto y viceversa.

Con la marca del ala dorada llegó a MotoGP firmando dos títulos consecutivos que ya están en los libros de Historia del campeonato, pero el tercero y el cuarto no están siendo como Marc quería. En 2015, dejaron de ser un binomio perfecto, llegaron las caídas y la necesidad de cruzar demasiadas veces el límite. El problema era que el motor era demasiado potente en ciertas situaciones. Este curso han creado un propulsor más dócil, y ahora es la aceleración el lastre, como se pudo comprobar en la última recta de Mugello. Lorenzo le arrancó las pegatinas literalmente a una moto cuyo ADN siempre había sido ser la mejor acelerando. Por eso Marc se sentó con Honda para hablar de tres asuntos: el dinero, «que siempre es importante»; el equipo, «ya sabéis que yo doy mucha importancia al grupo que me rodea, que es como una pequeña familia, y tenemos que renovar casi todos juntos para que lo haga yo»; y el aspecto técnico: Marc quería más influencia en las decisiones sobre cómo evolucionar la moto, participar más en el diseño, con el objetivo de encontrar una montura como la de 2014, a la que domaba en cada curva con la confianza de que no acabaría en el suelo. Este curso está peleando por el Mundial, pero no quiere hacerlo un poco en desventaja como ahora. El equipo le ha dado todo eso que pedía y ya está su firma en el contrato, al menos hasta diciembre de 2018.