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Marc Márquez: «Si me comparan con Rossi es que estoy en el buen camino»
Marc Márquez (Cervera, 1983) camina sonriente y saluda cordial por el «paddock» de Motorland. Como cuando se baja la visera del casco en los instantes previos a que se apague el semáforo, se ajusta la gorra antes de contestar a la primera pregunta.
–Vaya la que ha liado en su primer año en MotoGP...
–Ni yo me esperaba estar a este nivel ni en la situación que me encuentro. Pero, bueno, desde el principio me sentí bien. Carrera a carrera he ido aprendiendo muchas cosas y sí que ha ido todo muy deprisa. Aún no he acabado de asimilar lo que ha pasado. Seguramente cuando acabe el año valoraré realmente.
–¿Así que está tan sorprendido como todo el mundo?
–Siempre tienes la duda, pero después de las dos primeras carreras vi que lo podía hacer bien. Pero bien significaba algún podio e intentar luchar por alguna victoria. No bien en plan ser líder del campeonato.
–¿Cómo se plantea lo que falta?
–De sacar la calculadora, nada. Dicen que 34 puntos es mucha distancia, pero si lo piensas bien es poquita. Yo seguiré dando el máximo. Si puedo conseguir los 25 puntos, arriesgaré para sumarlos. No tengo ninguna presión, porque lo que tenía que hacer en el primer año ya lo he hecho.
–¿Dice que arriesgará?
–Cuando arriesgas es cuando vas concentrado a tope y notas todo lo que hace la moto. Si vas más relajado, puede venir una caída estúpida, como me ha pasado en algún entrenamiento.
–¿Es más fácil pilotar una moto grande que una moto pequeña?
–Más fácil, no. En MotoGP lo que hay que hacer es trabajar mucho con ella y entenderla. Y esto es algo que se me da bien.
–Siempre habla del equipo, pero ¿qué aporta usted?
–Pongo lo que puedo y lo que creo que se debe poner. Al final estás en tu trabajo, pero subirme a la moto nunca deja de ser una diversión para mí. Disfruto mucho y eso es importante.
–¿Cómo es eso de adelantar a un mito como Rossi?
–Fue extraño en pretemporada y en la primera carrera. Ver a Valentino allí, luchar con él, adelantarle, que me adelantara... Competir con tu ídolo es diferente al principio, pero ahora es un rival más.
–Jorge y Dani respetan y elogian lo que está consiguiendo.
–Siempre se reciben bien los halagos de tus compañeros, pero al final en la pista cada uno está a lo suyo y todos quieren lo mismo: llegar el primero.
–¿Y qué le dicen por la calle?
–Los aficionados también te felicitan, aunque con palabras diferentes: «Eres un bestia», «continúa así», «gracias por el espectáculo»... Es clave notar el apoyo de todos los seguidores.
–¿Sus padres cómo lo llevan?
–No me dicen nada, al final sigo siendo el mismo Marc de siempre, no me dan un trato especial, sigo siendo el mismo hijo.
–¿Con qué momento se queda de lo que va de curso?
–Recordaré siempre la primera victoria en Austin y el segundo puesto de Silverstone con el hombro dislocado.
–¿Echa de menos ser anónimo?
–En la vida diaria sí es un poco difícil ser famoso. Tiene ventajas y desventajas y en algún momento echas de menos ser una persona normal, ir a todos los sitios sin que nadie te mire diferente o te pida una foto. Pero lo entiendo perfectamente. En algunos sitios los atiendo bien y en otros, con buenas palabras, tengo que decirles que lo siento. Al final no dejo de ser un chaval de veinte años, que lleva una vida normal.
–¿Puede ir al cine a cualquier hora del día?
–Hace tiempo que no voy, pero el año pasado ya buscaba entrar a última hora o salir el primero antes de que acabara la película.
–¿Se siente un ejemplo para los jóvenes de su edad?
–Puedes tener talento, pero si no lo trabajas y no insistes en lo que quieres es imposible llegar a ser un fuera de serie. He visto chicos que iban rapidísimo y que se han quedado en el camino. La clave es la implicación.
–¿Qué queda de aquel niño de Cervera que soñaba con ganar?
–Mi ilusión por ir en moto sigue siendo la misma en cada entrenamiento. Tengo las mismas ganas.
–¿Hace falta saber cómo funciona una moto para ir rápido?
–Sé las piezas que lleva, pero si me dicen que monte o desmonte un amortiguador de la Honda, ni idea. Sé de puesta a punto, el resto es cosa de los mecánicos.
–¿Le presiona que le comparen ya con Rossi?
–Si me comparan con él, es que estoy en el buen camino, que estoy haciendo las cosas bien y me confirma que debo seguir así.
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