Pedrosa cura sus heridas

Dani ha pasado las dos últimas semanas masticando su mala suerte en Aragón y la famosa historia de su caída después de que Márquez le cortase involuntariamente el cable del control de tracción. Y si alguna vez conseguía olvidarse de ello enlos días pasados, los dolores en la cadera al sentarse se lo recordaban. Por eso el caballito con el que ha celebrado su triunfo en Sepang le ha sabido a gloria, por mucho que sus opciones de título sigan siendo pocas. Clasificatoriamente, lo de hoy no compensa lo de Motorland, pero sí le sirve a Pedrosa para espantar fantasmas y romper una mala racha.

Su éxito se gestó en la primera mitad de carrera, en la que pasó de todo y todo fantástico. A Dani le costó tomar la cabeza, que fue de Lorenzo desde que se apagó el semáforo, pero una vez que se puso delante no hubo más debate. Sí existió y muy acalorado a su espalda, donde Márquez y Lorenzo saldaron algunas de sus cuentas pendientes. Más de seis veces se han adelantado, rozando sus carenados en algún momento y arriesgando al máximo para marcar terreno. Su duelo dialético del jueves en la sala de prensa se ha trasladado a la pista, con unas vueltas para la historia.

Saltaron chispas una y otra vez, hasta que Marc pudo poner tierra de por medio y garantizarse una segunda plaza que le lanza a los 43 puntos de ventaja sobre Jorge con 75 por repartir. Lorenzo se tuvo que conformar con el tercer lugar y un podio que no le sabe a nada: "Sólo estoy medianamente contento, porque el objetivo era quedar delante de Márquez y no lo he conseguido ni aquí ni en Aragón. Me alegro por la victoria de Dani y felicito a Marc, que ha sido superior", analizaba el vigente campeón, que quizá deje de serlo en siete días. El "niño"puede certificar matemáticamente su título en Australia, aunque él no va a pensar en ello de momento: "Ha sido una batalla muy divertida, pero mientras luchábamos Dani se escapaba. Aunque estoy cerca del objetivo no voy a hacer cuentas, como habéis visto no me he cortado nada", dijo el "rookie"con una amplia sonrisa a las cámaras de Telecinco.

Ahora, casi sin tiempo para descansar, las motos se van a Phillip Island, donde puede haber desenlace y nuevo rey de MotoGP.