Moscú
Nigeria, el campeón de África que quiere brillar en Brasil
Después de 19 años de sequía, la selección nigeriana conquistó este mes de febrero en Johannesburgo su tercera Copa de África, mérito que le anima para poder brillar en el Mundial de Brasil 2014.
Después de 19 años de sequía, la selección nigeriana conquistó este mes de febrero en Johannesburgo su tercera Copa de África, mérito que le anima para poder brillar en el Mundial de Brasil 2014.
Nigeria logró el trofeo continental sin fuegos de artificio pero con autoridad, al imponerse en la final a Burkina Faso, la revelación del torneo, que había apeado en un partido épico a la actual superpotencia africana, Ghana, en las semifinales.
Nigeria hizo valer entonces el oficio que le da la tradición y la calidad y experiencia competitiva de sus jugadores, las mismas armas que le sirvieron en noviembre para ganar a otra selección alegre, en crecimiento y dinámica como Etiopía, a la que dejó sin billete con un contundente 4-1 en los dos partidos de la eliminatoria.
Dirigida por el que fuera defensa del Anderlecht y capitán de la selección en la primera cita mundialista de Nigeria, en 1994 en Estados Unidos, Stephen Keshi, el campeón de África empieza a construirse por la retaguardia. Sólo ha recibido cuatro goles en los ocho partidos de la fase de clasificación para Brasil 2014.
En las labores de orden y contención destaca el jugador del Chelsea Kenneth Omeruo, de tan solo 20 años, que puede actuar como central o volante de contención según las necesidades del equipo.
En la línea de medios tiene un papel protagonista el futbolista del Lazio Ogenyi Onazi, de 21 años, donde suele estar acompañado del centrocampista del Basta francés Sunday Mba, de 24, cuya proyección ofensiva fue decisiva para la conquista de la Copa de África.
El timón lo lleva otro futbolista del Chelsea, John Obi Mikel, para muchos el líder de esta selección nigeriana.
Mikel, a sus 26 años, es uno de los candidatos al premio de Mejor Jugador de África de 2013 y su capacidad para estructurar y dar equilibrio al juego es clave en el entramado del combinado verde.
El equipo de Keshi es menos espectacular que el que él mismo dirigió desde dentro del campo en 1994, que con atacantes como Victor Ikpeba, Jay Jay Okocha o Daniel Amokachi logró, en el debut mundialista de Nigeria, superar la fase de grupos y consiguió dos años después en los Juegos de Atlanta la medalla de oro olímpica.
Pese a ello, la pólvora tampoco falta en las actuales "Águilas Verdes", conocidas ahora como las "Super Águilas", que cuentan con un polvorín bien surtido en el que hombres como Emmanuel Emenike (Fenerbahce), Victor Moses (Chelsea) o Ahmed Musa (CSKA de Moscú) garantizan la velocidad, la pegada y un contragolpe demoledor.
Confiando en su eficacia atrás, Keshi suele saltar al campo con toda la carne en el asador, con un 4-3-3 que ni siquiera sacrifica futbolistas ofensivos en la línea de medios, donde suelen actuar hombres de ataque como Mba o Moses.
Aunque decepcionó en la última Copa Confederaciones, Nigeria llega con una atractiva combinación de solidez y pegada al Mundial de Brasil, donde jugará como en casa con el calor intenso y pegajoso que se espera para los días de la competición.
Lo hace, además, después de haberse proclamado campeona de África, de la misma forma que empezó en 1994 -capitaneada por el hoy seleccionador Keshi- su quinquenio más glorioso.
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